¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Santiago 2:21-26
Santiago continúa con la enseñanza de que la fe debe demostrarse en el obrar con amor, y ahora toma el ejemplo de dos personajes del Antiguo Testamento, Abraham y Rahab.
Abraham, el padre de los judíos y Rahab, una mujer gentil y prostituta, profesión considerada inmunda. Aún así su denominador común fue una fe que demostró ser genuina por sus obras.
Lo que ambos afirmaban creer se demostraba en su comportamiento. El contexto de los dos personajes fueron difíciles, por ejemplo en el caso de Abraham Dios le pidió que sacrificara a su único hijo, y en el otro caso se le pidió a una mujer que arriesgara su propia vida para salvar a dos espías hebreos.
Seguramente que para los judíos Abraham era el mejor ejemplo de un hombre de fe, pero pienso que no tuvieron la misma recepción en cuanto a Rahab, sin embargo ambos fueron justificados por sus obras.
Santiago mencionó a estas dos personas para demostrar cómo es el carácter de una fe viva: ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Abraham fue justificado por la fe mucho antes de que ofreciera a Isaac, pero su obediencia al ofrecer a Isaac demostró que realmente confiaba en Dios.
“Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” Génesis 15:6.
Cuando el patriarca puso a su hijo en el altar no estaba disimulando, él estaba totalmente dispuesto a obedecer, su resolución era firme porque si Dios lo pidió no había razón para dudar. Entonces aunque el ángel le impidió matar a su hijo, él demostró su fe completa por su actitud de sumisión a Dios.
Quiere decir que la fe se perfecciona en la obediencia a Dios. La fe no puede existir sin estar activa en obras de justicia. La fe de Abraham no le habría servido de nada, si no se hubiera manifestado por obras de completa dependencia y reverencia al Señor. Una verdadera fe, una fe viva, muestra ser verdadera por obras buenas, y esta por sí sola justifica.
Rahab también fue usada como ejemplo de tener una fe viva, ella recibió a los mensajeros, los protegió aunque eran enemigos, incluso expuso su vida porque al conocer de oídas sobre Jehová, creyó y su fe la llevó a actuar con valentía. Rahab demostró su confianza en el Dios de Israel al esconder a los espías y al buscar salvación de su Dios, Josué 2:8-13. Su fe se mostró como una fe viva debido a que hizo algo. Su convicción en el Dios de Israel no hubiera salvado su vida si ella no hubiera hecho algo con esa fe.
Entonces Santiago juntó a dos personas diferentes, de nacionalidades diferentes, condición y clase social opuestas, pero ambas con una fe verdadera.
Mientras escribo me voy haciendo preguntas personales:
¿De qué sirve que diga que tengo fe si no hago obras de misericordia?
¿Crees que hay un sólo Dios? Los demonios también lo creen y hacen puras cosas malas
¿Tienes fe pero no tienes obras que muestren el amor de Dios que habita en tu corazón?
Abraham fue aprobado porque puso a su único hijo en el altar del sacrificio, ¿Qué estás dispuesta a sacrificar como prueba de tu devoción a Dios?
Rahab fue aprobada porque recibió a los mensajeros en su casa, ¿A quién estás protegiendo tu?
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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