¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Marcos 12:28-31
¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Ahora se acercaron al Señor con esta pregunta. Después de preguntarle sobre los ángeles, si se casarían o no. ¡Cuánta paciencia de nuestro amado Salvador! La paciencia es esa cualidad que no se rinde ante la circunstancias, ni cede ante la presión de una prueba. La paciencia es lo opuesto a la ira, no puedes compartir las cosas de Dios con falta de paciencia. Y Jesús nos demuestra que la paciencia está asociada con la misericordia.
Con muchas preguntas sus enemigos querían probar a Jesús, querían ver si Él mostraría descuido o indiferencia hacia alguna área de la Ley de Moisés. Pero Jesús en lugar de promover un mandamiento sobre otro, definió la ley en su declaración: “Ama a Dios con todo lo que tienes y a tu prójimo como a ti mismo.”
Esto es lo que Dios quiere que le des, tu primer amor. Nosotros podemos obedecer a Dios sin amarle, pero si le amamos, la obediencia le seguirá. Cualquier otro acto de obediencia está vacío si no amamos primero a Dios.
Antes, cuando podíamos venir al templo sin peligro de contagiarse, demostrabas tu compromiso con Dios porque religiosamente llegabas al culto, pero ahora debes demostrar al Señor tu devoción en secreto, porque Él espera que le des el mejor tiempo de tu vida.
Amar a Dios es igual que guardar sus mandamientos con amor. Pero recuerda que la Palabra de Dios, y el Señor son inseparables. Jesús lo puso absolutamente claro. ¡El que lo ama guarda la Palabra de Dios y aquel que no guarda la Palabra de Dios no le ama! Entonces amar a Dios, el principal mandamiento, no significa que busques al Señor sólo cuando tienes una inmensa necesidad, amar a Dios significa que tienes la responsabilidad de buscarle con todo el corazón cada día.
Este año tiene nuevas oportunidades para darle al Señor el Primer Lugar, por favor no pongas otras cosas antes que amar a Dios. Pero además el Señor añadió: Ama a tu prójimo. Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios ,a quien no ha visto. Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
Te demuestro mi amor compartiendo la Palabra cada día, pero te pido que abras tu Biblia y le digas al Señor que te hable de una manera personal.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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