“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28
Tenemos la certeza y sabemos que siendo Dios, un Padre Eterno y Socio en la misión que hacen sus discípulos, todas las cosas trabajan juntas y encajan en un plan para bien.
La mano de Dios está al timón, Él es el capitán de nuestra vida. Nos está conduciendo a través de las tormentas de la vida hacia un lugar seguro, un refugio de paz. Y por eso Él se encarga de ordenar todos los eventos de nuestra vida, por el sendero correcto. Quizá ahora no lo veas, pero Él está obrando para bien.
Esto es lo que llamamos Providencia: la mano dominante de Dios obrando en todas partes en un mundo caído. Muchos cristianos hoy día estamos clamando al Señor porque podamos encontrar la respuesta a tantos problemas que nos acosan. La Providencia de Dios, su respuesta, se enseña claramente de un extremo al otro de la Biblia. Así que nuestra confianza en la Providencia de Dios debe ser activa, valiente, en crecimiento, y sin miedos. Para que todo ayude a bien debes tener fe y estar listo para ser transformado.
O todas las cosas funcionan juntas para nuestro bien, o nada tiene sentido. Es difícil hacer esta declaración a una familia que ha perdido la mayor parte de sus miembros con esta enfermedad. Pero la Palabra de Dios es verdad, así que, como cristianos, tenemos que declarar esto con fe. La situación crítica mundial puede hacernos cristianos transformados o cristianos escépticos amargos, no hay término medio. Así que si vas a tomar este verso como tu bandera de confianza, por favor entiende bien lo que significa.
La primera palabra de este versículo es puntual: Sabemos: ¿Qué es lo que sabemos? Lo que dice su Palabra y es Verdad. Conocemos a Dios por medio de su Palabra. Su palabra es digna de confianza y eso garantiza su promesa. Lo sabemos porque lo conocemos a Él. Sabemos no mirando los eventos de nuestra vida, sino conociendo a nuestro Dios. ¿Qué es lo que sabemos? Que Dios está en control de todo. Si lo dice su Palabra, yo lo creo.
Lo que sabemos no es porque la ciencia lo confirme, no es porque sea popular o todos estén de acuerdo. Lo sabemos porque no sólo estudiamos el patrón de la tela, sino porque conocemos al "Diseñador" de la tela. Lo sabemos no escuchando las notas de la sinfonía, sino conociendo al "Compositor" de la música. Hay tantas cosas que no sabemos. No sabemos por qué estamos sufriendo esta plaga, por qué han muerto tantos pastores, por qué están cerrados los templos, por qué los hijos se alejan de Dios, por qué las familias se rompen o por qué la gente buena se enferma y muere de repente. Pero esto sabemos que Dios está obrando y no se ha olvidado de nosotros.
Si sabes que Dios tiene el control de todo puedes declarar como Pablo: “Porque considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que se nos ha de revelar”. ¡Dios incluso puede hacer que los sufrimientos trabajen juntos para nuestro bien y gloria!
La reconfortante verdad de Romanos 8:28 se basa en la soberanía de Dios. Si todas las cosas obran juntas para bien (todos los eventos, todas las circunstancias, todas las pruebas, todos los sucesos, etc.), entonces tenemos que aceptar que Dios debe estar sobre todas las cosas y debe controlar todas las cosas. No se trata entonces de mala suerte, la fatalidad o el diablo trayendo desolación. ¡La verdad real y maravillosa es que un Dios Justo, Omnisciente, Amoroso y Omnipotente está en completo control de todas las cosas!
Sigamos meditando en lo que sabemos, el texto dice: “Todas las cosas” esta frase es una expresión muy completa, incluye nuestro problema actual, en mi caso particular: la preocupación por la iglesia, la pena por los enfermos, la inseguridad del país, mi afán por cumplir con todas las tareas. etc.
Quizá en tu caso, “Todas las cosas” tiene que ver con tu cabeza adolorida, tu corazón apesadumbrado, tus necesidades diarias, etc. Pablo dice: "Todas las cosas funcionan". Para Dios estas cosas no son casualidad, no hay nada que suceda por accidente. Todas las cosas funcionan juntas con un propósito.
Desde el inicio de esta pandemia me han enviado recetas para hacer una excelente medicina casera. Los ingredientes me han parecido extraños para combinarlos, pero he tenido que obedecer y juntarlos como dijo la receta, finalmente, todos juntos han traído alivio cuando alguien se enfermó. En el tema espiritual, los ingredientes son esas circunstancias que han traído carga y preocupación, quizá no lo sabías pero Dios estaba uniendo esas cosas para hacerte un bien que no esperabas.
La soberanía y capacidad de Dios puede manejar cada aspecto de nuestras vidas y por lo tanto nos ayudará cuando tengamos que enfrentarnos a las aflicciones del tiempo presente, e incluso hará que esas aflicciones obren para nuestro bien.
Por favor hermano, acepta esta promesa, es para ti.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
Comments