"Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años." Jueces 16: 28-31
La historia de Sansón hace que mi corazón se retuerza de pena. Como si fuera un hijo que se equivoca en sus decisiones. Sansón tenía una fuerte debilidad con las mujeres extranjeras. La primera encendió su pasión y provocó una especie de caída a una situación cada vez más baja. Con la segunda cedió ante su persistencia y ahora nuevamente cedió ante la fastidiosa Dalila. Esta malvada mujer utilizó el terrible poder de la manipulación, pero Sansón también pecó al ceder a esa manipulación.
Algunos comentaristas dicen que Dalila hizo lo que hizo, por defender a su nación, pero si así hubiera sido, ella no habría cobrado, ella usó la mentira para hacerle creer a Sansón que lo amaba, pero en el fondo, sólo le movía la ambición. Ella esperaba que Sansón se destruyera a sí mismo y se detuviera por completo el propósito de Dios.
“Ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón”
Esta parte es la más triste en la historia de Sansón, Él le abrió su corazón a una mujer infiel. El hombre más fuerte del mundo quedó completamente vulnerable bajo el poder de una relación equivocada. Esto me hace pensar en los jóvenes que creen que tienen la inteligencia suficiente para decidir sobre sus vidas y alejan a Dios de sus elecciones. Suelen pensar que si en un área de su vida son fuertes y exitosos, lo serán en todo. El ejemplo de Sansón puede servir como una advertencia clara porque, el que se sentía el más fuerte de todos los hombres, se volvió un juguete en manos de una mujer sin temor a Dios.
Sansón fue un hombre consagrado a Dios desde antes de su nacimiento, si hubiera sido fiel a su llamado, se hubiera mantenido fuerte, pero por quebrantar ese pacto se volvió un miserable. Recostado sobre las piernas de Dalila y dormido, no sintió que Dalila le cortó el cabello. No es que su cabello le hiciera fuerte, sino que su cabello era el símbolo de su consagración, y era la garantía del favor de Dios. Otra vez pienso que el enemigo busca y busca la manera de destruir la vida de los hijos de Dios, usa relaciones atractivas, trabajos tentadores, amistades infieles, etc. El propósito es quitarle la fuerza espiritual a esos futuros siervos de Dios.
Sansón se despertó y pensó que volvería a escapar de los filisteos, como antes lo había hecho, pero aunque Dios es paciente en esperar que reaccionemos y dejemos de pecar, esta vez, él necesitaba asumir las consecuencias de sus malas decisiones. ¡No puedes jugar con Dios!
Este es un ejemplo trágico de un potencial desperdiciado. Dios le había devuelto la confianza una y otra vez, y Sansón pensó que “se podía salir con la suya cada vez que era tentado” y escapar de las consecuencias. Como muchos, Sansón interpretó mal la misericordia de Dios. Y ahora tuvo que sufrir la humillación de sentir que ya no tenía el poder para hacer nada.
Cuando no quieres obedecer a Dios, cortas tu relación con tu Pastor, no es que Él te abandone, eres tú quien decide abandonarlo.
Los filisteos hicieron lo que quisieron con el hombre que desperdició su llamado. Le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo. Esto es lo que pasa cuando te alejas de Dios, provocas que los incrédulos se burlen del Verdadero Dios.
Le sacaron los ojos a Sansón, justo lo que había sido la causa de su caída, lo ataron con cadenas, ahora estaba aprisionado por hacer lo que en su libertad le convenía, el varón de Dios ahora parecía un animal. Pero su cabello comenzó a crecer, y seguramente en la condición que ahora vivía, se puso a cuentas con Dios.
Los enemigos no se dieron cuenta que Sansón tenía otra vez el símbolo de su relación con Dios. Como si el Señor hubiera cegado el entendimiento de los injustos para que no vieran a su Justo resurgir de las tinieblas.
Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas. Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.
Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.
Cogió las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.
Dios contestó su última oración, y él logró obtener su más grande victoria en contra de los Filisteos al costo de su propia vida. Sansón es una ilustración dolorosa del creyente que decide desobedecer a Dios. Muchas veces el tibio espiritual cree que siempre tendrá una nueva oportunidad y no sopesa las consecuencias de sus acciones. La vida de Sansón terminó en una gran pérdida y una tragedia personal, sus hermanos lo recogieron entre los escombros, y lo enterraron junto a sus padres, los que un día creyeron que sería un hombre completamente consagrado a Dios.
El nombre de Sansón está en la lista de los héroes de la fe. Esto muestra que Dios jamás se olvidó de Sansón, aún cuando éste fue desobediente. Las misericordias de Dios estuvieron allí para Sansón, aún en la prisión Filistea. Todo lo que Sansón tenía que hacer era volver su corazón hacia Dios y recibir una vez más su perdón.
Que Dios nos ayude en el inicio de esta semana a ponernos a cuentas con el Salvador de nuestras almas.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
Un bendicion poder leer esta reflexion viva de la palabra de Dios que es muy actual hoy.Gracias Bendiciones!!