top of page
Buscar
Foto del escritorIB La Molina

Si deseas ser sanado debes...

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto”. Isaías 6:8-11




La media de contagios reportados en Perú alcanza cada día un nuevo máximo: El reporte que acabo de conocer es de más de 40.400 al día de COVID-19, quiere decir que en este momento Perú está en su pico. Ha habido 2.723.166 contagios y 203.750 muertes relacionadas con el coronavirus en nuestra nación desde que comenzó la pandemia.


Cuando Isaías escribió este capítulo estaba muy desilusionado, el rey acaba de morir, él consideraba que esa muerte fue injusta porque Uzías fue un buen gobernante y famoso. Empezó su reinado a los 16 años y gobernó por 52 años, pero en lo mejor de su regencia su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entró en el templo de Jehová y quemó incienso en el altar santo. En respuesta, Dios lo hirió con lepra, y él estuvo en una casa apartada hasta el día de su muerte.


Pero la decepción de Isaías no sólo fue por este rey que acabó mal por su orgullo, su frustración también se centraba en el pecado de su nación, Judá era un pueblo endurecido y soberbio, que a pesar de todos los males que vinieron sobre ellos, no vio las pruebas como oportunidades para volver al Señor, y se volvió más y más duros de corazón.


Isaías sin embargo, estaba listo a seguir trabajando para convencer a sus hermanos que regresaran al Señor por eso dijo: “Heme aquí, envíame a mí.” Podía estar decepcionado, resignado, triste, pero su corazón misionero se hizo más seguro en la prueba.


La respuesta de Dios me hace temblar:


“Haz insensible el corazón de este pueblo, endurece sus oídos, y nubla sus ojos, no sea que vea con sus ojos, y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se arrepienta y sea curado.”

Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad. ¿Por qué Dios ya no quería arrepentimiento? Es que ese sería el castigo por rechazar la Palabra de Dios. Tan sólo pensar que Dios ya no quiera oír mi arrepentimiento me aterra, pero recuerdo bien que mi papá me decía que es muy peligroso burlarse de Dios. ¡Yo sería incapaz de burlarme de Dios! le decía a mi padre, entonces con voz pausada me dijo: "Si le pides perdón por algo y lo vuelves a hacer, te burlas de Dios."


La nación de Judá se burlaba de Dios, sus corazones estaban endurecidos, todas sus rebeliones trajeron mal olor a sus holocaustos, no hicieron caso de ninguna advertencia. Por eso Él no iba a dejarlos sin una disciplina justa. Así que cuidémonos todos, no sea que nuestro corazón se endurezca por el engaño del pecado.


Les decía al principio que la ola de contagio está en su nivel más alto, si ahora no nos acercamos al Dios Vivo con sinceridad y buscando misericordia, puede suceder que haya más corazones engrosados que sólo recibirán el efecto de su indiferencia.


Termino con una breve ecografía de un corazón engordado:

  1. Se hace insensible a la Palabra y a la oración.

  2. Se siente satisfecho de sí mismo, se vuelve vanidoso y perezoso.

  3. No le interesa los planes de Dios y son poco receptivos a su ley y voluntad.

  4. Son tercos, rebeldes, sordos y hasta sus ojos ven todo opaco.

Isaías tuvo la difícil tarea de predicar el infierno a todos los orgullosos, pero el objetivo era que Judá se volviera, diera un giro definitivo y regresaran al Señor. En esta profecía, Dios dijo que aquellos que rechazan Su Palabra de Verdad han ido demasiado lejos y no pueden regresar.


Dios quiere sanar nuestra nación, empezará contigo, regresa a los brazos de Dios para que tu corazón sea sanado.


Con amor


Martha Vílchez de Bardales


160 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page