Confía en el SEÑOR y haz el bien; vive de la tierra que Dios te dio y haz tu trabajo con seguridad. El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas. Entrega al SEÑOR tu vida; confía en él y Dios actuará. Como el sol se ve en pleno día, así todos verán que haces bien y que tu causa es justa. Sé paciente y espera las obras del SEÑOR. No te enfurezcas cuando veas que los perversos se salen con la suya. No te exaltes, no te molestes; no dejes que tu ira te lleve a ti también a hacer cosas malas. Porque los perversos serán destruidos, y los que esperan al SEÑOR obtendrán la tierra prometida. Salmo 37: 3-9
En estos bellos Salmos encuentro las claves para trazar un mejor rumbo para mi vida en este nuevo año. Confiar en el Señor, esperar en Él, no es una prédica de resignación, inacción o rendimiento. No somos desvalidos que hemos escogido la vida de pesadumbre y conformismo.
Más bien somos fieles que deseamos, pedimos y esperamos salir de nuestra situación de tibieza, anhelamos recobrar el derecho de poseer la tierra, pero no tomando venganza con nuestras manos, ni imitando las mañas del mundo sin Dios. Esperar en Dios es ir a su encuentro y confiar en que Él actuará.
¿Acaso has creído que tu Padre Celestial se ha desentendido de ti? El jamás está inactivo, te sacará adelante, asegurará tus pasos y ya no vacilarás como los que no tienen esperanza..
Pero no te exasperes. Es cierto que el aparente éxito de los malvados provoca confusión o indignación, sobre todo en las víctimas. Antes de condenar tus sentimientos que claman por justicia el Señor te previene que la cólera no te lleve a obrar mal, injustamente, o sea vengarte de tus opresores con las mismas armas. Eso sería igualarse a ellos, pasarse a su bando, entonces podrías perder el auxilio del Señor.
Los desposeídos poseerán una tierra, vivirán en paz y prosperidad, no con riquezas copiosas, pero la satisfacción humana de un modesto y tranquilo bienestar.
Dios mío, los que se apartan de tu lado se perderán; tú destruirás a quien no te sea fiel.
En cambio, yo he permanecido cerca de Dios y eso es bueno para mí. He puesto mi confianza en el Señor DIOS; les contaré a todos lo que has hecho. Salmo 73:27-28
Estos versos están llenos de verbos que demandan una acción que glorifique a Dios. Confía en Dios y haz el bien, Ordena tus pasos, Deja la tibieza, Deja de mirar atrás, Deja de llorar tu indignación, Haz tu trabajo con seguridad, ya no mires a los que prosperan cual árbol frondoso, no te llenes de envidia, el temor de Jehová se expresa en respeto a tu prójimo, no seas celoso. Se paciente y espera.
Que tu modo de vivir sea agradable a los ojos de Dios, son nuevos verbos, hay un nuevo rumbo, es hora de poner en práctica lo que lees. Ordena tu vida según la voluntad Divina, teme a Dios.
Feliz año nuevo poniendo en práctica los verbos que Dios enseña.
Martha Vílchez de Bardales
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