¿Por qué buscas entre los muertos al que vive?
- IB La Molina
- 4 abr 2021
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"Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos." Mateo 28:2-4
"El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido." Lucas 24:1-12

Primero los soldados romanos, responsables del martirio de Jesús, los que lo azotaron, lo vistieron de burlas y metieron una lanza en su costado, ahora que custodiaban el sepulcro, estaban aterrorizados. La presencia angelical hizo que estos soldados recios y profesionales para sembrar terror, temblaran y desmayaran. Aunque Jesús no resucitó con una espada de fuego, o en sus ojos se veía venganza, los soldados quedaron como muertos del miedo, es que la presencia de una pureza perfecta, la santidad de Cristo los intimidó.
La resurrección de Cristo es un tema de fastidio y miedo para los hijos del maligno, pero una noticia de esperanza y gran gozo para los hijos de Dios.
“No está aquí, pues ha resucitado”
Isaías 53: 9 declara, con respecto a Jesús, que "no había hecho maldad, ni hubo engaño en su boca". Jesús no había cometido ningún pecado y, por lo tanto, era imposible que la tumba lo retuviera. Dios vindicó públicamente a Jesús al levantarlo de la tumba. Significaba que Jesús no había cometido pecados y, por lo tanto, no merecía morir. Entonces, ¿por qué murió? Solo murió por los pecados de todos nosotros.
"Ha resucitado". Todo el impacto del cristianismo se sostiene con esta verdad. El domingo por la mañana temprano, las mujeres tomaron especias para terminar de ungir el cuerpo de Jesús para el entierro. Cuando llegaron, descubrieron la tumba abierta de par en par y el cuerpo desaparecido. Estaban sorprendidas. "¿Quién ha hecho esto?" se preguntaron. De repente, aparecieron dos ángeles y les dijeron que Jesús había resucitado, según su promesa.
El evangelio de Lucas nos llama la atención sobre las mujeres. Aquí vemos que fueron las mujeres las primeras que escucharon las buenas nuevas de los ángeles. Fueron estas mujeres las que estuvieron junto a Jesús en su crucifixión, después de que todos los hombres habían huido. Su devoción a Cristo fue honrada de manera única.
Las mujeres regresaron para contarles a los discípulos lo que había sucedido, pero los discípulos pensaron que estaban locas. Pedro, sin embargo, corrió al sepulcro y vio las tiras de lino en las que Jesús había sido envuelto. El cuerpo simplemente se había ido y había dejado atrás las ropas de la tumba.
Sus corazones estaban apesadumbrados, estos amigos de Jesús. Necesitaban tiempo para llorar junto a su tumba, pero al llegar temprano en la mañana, la encontraron vacía. Era demasiado para soportar: su querido amigo torturado hasta la muerte ante sus ojos, su entierro abrupto y ahora su tumba saqueada. Estaban en el punto de quiebre. Todavía no sabían que este era el punto álgido de la historia, que Jesucristo había resucitado de entre los muertos. Pero los ángeles les dijeron, transmitiendo las nuevas del Evangelio con estas sencillas palabras: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?"
Esta pregunta de los ángeles me sobrecoge con esperanza ante tantas muertes de amigos y parientes amados. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?"
Mi padre siempre me decía que la visita a los cementerios no tenía el valor que la gente le quería dar, que llorar ante la tumba de cristianos también era contradictorio porque es como buscar entre los muertos a quien ahora vive en los cielos al lado del Salvador.
Amén esa es mi esperanza, mi padre terrenal está al lado de mi Padre celestial, y también mis otros familiares amados y queridos pastores amigos. La vida eterna comenzó con la resurrección del Salvador. ¡Aleluya! Celebremos con gozo y adoremos hoy Domingo, día de Resurrección que si vivimos o morimos, del Señor somos.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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