“Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” 1 Corintios 5:8
¿Qué planes tienes para recibir el año 2023?
Muchos estarán pensando asistir a una fiesta en la que puedan liberarse del estrés, llenarse de energía positiva y comenzar el nuevo año como Dios manda; pero, pensando en cómo celebrar fiestas, Pablo advierte:
"Así que regocijémonos, no con la vieja levadura con sus malicias y perversidades, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad."
Sí, los cristianos podemos y debemos celebrar fiestas, pero de una forma distinta a la vida antigua. Antes, cuando no éramos cristianos, las fiestas eran oportunidades para dar rienda suelta a la malicia y perversión: borracheras, bailes sensuales, miradas lascivas, alegría superficial, discusiones sin sentido, peligro y una terrible resaca al día siguiente.
Ahora, que ya somos cristianos, nuestras fiestas deben estar llenas de sinceridad y verdad.
Antes que digas: ¡Qué aburrido!, toma unos minutos para pensar en estas dos virtudes:
Sinceridad
La palabra original es eilikreia, y significa motivos puros y autenticidad; es decir, cualquier celebración debe hacerse con motivaciones correctas: ¿celebras para agradecer o para perder el control?
Para algunos, celebrar es un pretexto para perder el control y olvidar los problemas, escapando de las dificultades y refugiándose en una zona oscura; pero cuando la fiesta termina, ¿Qué te queda?
Solo un terrible dolor de cabeza, que no ayudó ni ayudará en nada.
¡Celebra con motivos puros!; por ejemplo: celebra para agradecer el amor de Dios, su misericordia diaria, sus milagros evidentes, el don de la vida y un largo etcétera.
Verdad
La palabra original es aletheia, y en el versículo significa ser reales o lo opuesto a ser aparentes; es decir, cualquier celebración debe mostrar que somos cristianos reales, no aparentes: ¿Cómo serán tus celebraciones: testimonios de tu fe o disfraces del mundo?
El Señor Jesús dijo: “Mas el que practica la verdad viene a la luz; para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” Juan. 3:21, dándonos a entender que las fiestas cristianas están llenas de luz, pero no la que se enciende con electricidad, sino la que viene de un testimonio que manifiesta la presencia de Dios en tu vida.
¡Celebra con la luz de Dios en tu vida!
Para terminar: ¿Cuáles son tus planes para recibir el 2023? ¿Incluyen gratitud y adoración a Dios? ¿En qué clase de fiesta participarás: una fiesta de la Luz o una fiesta de las tinieblas?, y la pregunta más impertinente: ¿la celebración del 31 te obligará a faltar a la verdadera celebración del 1?
Sé que algunos tienen planes, y no tengo problema con ello, pero, donde te toque estar, planifica la forma en cómo puedas participar del primer servicio del año porque será el comienzo de un año para honrar primero a Dios, antes que a nadie.
¡Qué tengas un día bendecido!
Un abrazo fuerte:
Pastor Miguel Bardales
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