Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo. También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Isaías 26:2-4, 7-9, 12.
Buenos días. ¿Cómo te fue el día de ayer? ¿Puedes decir que todo estuvo bien y en paz? La paz perfecta puede ser una realidad en tu vida desde hoy. En hebreo, el termino perfecta paz se escribe: Shalom, Shalom. Esta repetición comunica intensidad.
No es sólo Shalom; es Shalom o paz, paz, sino quiere decir: perfecta paz, paz completa y sublime. ¿Será posible sentir este tipo de tranquilidad perfecta? El profeta Isaías afirma que se puede vivir en ese estado cuando estás ubicado en la palma de Dios.
Isaías afirmó que es un privilegio el poder vivir dentro de las puertas del cariñoso amor de Dios. Él nos dice, “paz, paz.” Si una sola vez no es suficiente, Él continuará con una segunda y una tercera declaración de seguridad para que estés tranquilo.
¿Quiénes pueden tener esta perfecta paz? Aquel cuyo pensamiento en ti persevera: Cuando mantienes tu mente resistiendo a pensamientos vanos y aferrándote siempre al Señor y su Palabra, entonces podrás experimentar ser guardado en perfecta paz.
El ser guardados en esta perfecta paz, es un asunto de nuestro pensamiento. No es tanto un asunto de nuestra alma o de nuestro corazón. Es un asunto del pensamiento porque nuestra mente es un imán que atrae problemas.
Debemos amar al Señor nuestro Dios con toda nuestra mente (Mateo 22:37). Y seremos transformados por medio de la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:2). ¡Si podremos tener la mente de Cristo! (1 Corintios 2:16, Filipenses 2:5).
Aunque casi siempre estamos enfocados en cosas terrenales, Dios nos pide enfocar nuestra mente en las cosas de arriba (Colosenses 3:2). La vida cristiana no se trata de solo hacer las cosas sin pensar, o de experimentar sólo cosas celestiales, sino que es acerca de pensar, y en decidir donde persevera nuestro pensamiento.
Es esencial en nuestro caminar con Dios, para ser guardados en esta perfecta paz, que nuestra mente esté ocupada en permanecer en el Señor. Si tu cabeza está llena de preocupaciones y problemas diarios, si estás buscando como resolver todo y tu lógica te dice que te apoyes en aferrarte a las personas, al dinero, al trabajo u otros parecidos no estás resolviendo nada y no tendrás paz. ¿Entonces, qué sostiene tu mente? ¿En que la has establecido? ¿De qué depende? ¿En que se apoya? ¿En dónde está seguro?
Para tener esta perfecta paz, tu mente no puede ocuparse en resolver dilemas. Debes ocuparte en darle a Dios todos tus sentimientos y dudas. Dios quiere darte esa perfecta paz, ese Shalom, Shalom. Dale tus pensamientos a Dios.
Con amor
Martha Vilchez de Bardales
Comments