“Con todo eso, oye palabra de Jehová, Sedequías rey de Judá: Así ha dicho Jehová acerca de ti: No morirás a espada. En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán, diciendo, !!Ay, señor! Porque yo he hablado la palabra, dice Jehová.” Jeremías 34:4-5
Jeremías siempre tuvo la tarea de hablar la Palabra Justa y clara que Dios le encomendó, aunque le haya significado maltrato y sufrimiento. En este capítulo se cumplió una profecía más: Babilonia sitió a Jerusalén y la ciudad como estaba a punto de caer, el rey Sedequías finalmente decidió escuchar a Jeremías y trató de apaciguar la justicia de Dios, liberando a los esclavos.
Con este acto de benevolencia Sedequías pensó que se ganaría el favor de Dios, como si un sólo acto pudiera borrar todos los años de sordera espiritual, terquedad, orgullo y desobediencia, en realidad lo que necesitaba este rey era un cambio de corazón.
Sedequías tuvo la oportunidad de ser un guía sabio para su nación, pudo con el ejemplo encaminar a la nación a temer a Dios, pero no lo hizo, así que el resultado fue un pueblo descarado para pecar, desobediente y desleal, ellos se olvidaron de todas las promesas que le hicieron al Señor. Cuando iban al templo, le hacían promesas solemnes al Señor, pero al regresar a sus casas y trabajos, no las cumplían.
La cabeza de la nación, el rey Sedequías, sin embargo, recibió algo de consuelo: “Así ha dicho Jehová acerca de ti: No morirás a espada. En paz morirás”.
Jeremías le dio al rey este consuelo, moriría en paz en su cama, su vida no sería cortada por enemigos, pero eso no significa que no recibiría las consecuencias de su necedad porque sufrió cuando le arrancaron los ojos, fue privado de su dignidad real, fue privado de toda su descendencia, fue atado con cadenas, y creo que todo lo que pasó como consecuencia de su maldad lo debieron haber hecho preferir morir rápido en manos de sus enemigos.
Sedequías sufrió el peor de los dolores que puede sufrir un padre, es cierto que no murió a espada, pero poco después de esta profecía, los babilonios lo capturaron. Después mataron a sus hijos frente a sus ojos, y después le sacaron los ojos y lo ataron con cadenas de bronce, y se lo llevaron a Babilonia. (2 Reyes 25:7).
Este capítulo me hace meditar en mi papel y responsabilidad como guía de mi familia, como consejera de la iglesia, la tarea de guiar a mis amados a ser obedientes a Dios es una tarea que no tiene descanso.
Pero también pienso en todos los padres y madres que leen este devocional y pienso que deben examinar su conducta y pesar sus acciones con la balanza de Dios, el ejemplo que dan y la manera como enseñan a sus hijos a temer a Dios es más importante que darles educación secular, abundante alimentación o diversión.
Sedequías tuvo la oportunidad de ser un guía sabio para su nación, un padre que, estando a la cabeza de su pueblo les indicara que la obediencia a Dios y la gratitud los guardaría para siempre, el rey pudo con el ejemplo encaminar a la nación a temer a Dios, pero no lo hizo, así que el resultado fue un pueblo descarado para pecar, desobediente y desleal, ellos se olvidaron de todas las promesas que le hicieron al Señor. ¡Que responsabilidad tienes como padre o madre delante de Dios! que la fe que tienes no muera contigo sino que alcance a todas tus generaciones.
Sedequías no murió a espada, pero por no haber sido un buen ejemplo, no vio a ninguno de sus descendientes vivir, ningún acto apurado de supuesta religiosidad pudo borrar su irresponsabilidad.
Oremos: Concédenos Dios Todopoderoso, ser guías espirituales de nuestros hijos, repréndenos si es necesario cuando somos incapaces de ver nuestros yerros, castíganos si te fallamos, pero ayúdanos a ser un buen ejemplo a nuestra descendencia. Amén
Con amor y respeto
Martha Vílchez de Bardales
PD. Este ministerio de devocionales diarios se sostiene con ofrendas de amor, si deseas apoyar puedes hacerlo voluntariamente en la siguiente cuenta.
Betsabé Martha Vílchez Malpica DNI: 07944322.
BBVA S/. 0011-0145-0200449680
CCI 0 11-145-000200449680-04
BBVA $ 0011-0145-0200449699
CCI 011-145-000200449699-04
Amén,cambiemos cada dia para el señor ,buscarlo todos los dias .