“En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.” Lucas 2:8-11
Una tradición cristiana que muchos mantienen en sus casas en esta época navideña es armar el nacimiento de Jesús, es decir, montan todo un escenario que representa el establo y el pesebre donde Jesús nació, en esta exhibición están las figuras que representan a todos los personajes que los evangelios cuentan, como María, José, el bebé Jesús, los animales del establo, burros, ovejas, vacas y, son infaltables, los pastores de Belén.
Como sabemos fueron los pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus rebaños a quienes los ángeles anunciaron la venida del Hijo de Dios. Ellos entonces no tardaron en buscar el lugar donde el milagro ocurrió, fueron, entonces, los primeros en adorar a Jesús.
Yo también tengo una hermosa exhibición en mi casa de este acontecimiento, pero hay algo que contrasta con la historia verdadera acerca de esos pastores, los rostros de los pastores son personificados con caras tan angelicales como la cara de María y José, nada más lejos de la verdad.
En realidad los pastores de ovejas, eran personas rudas, toscas y se puede decir que hasta provocaban miedo y desprecio por la gente religiosa de la época. No eran delincuentes, pero su apariencia era un fastidio para los legalistas, ya que para un judío ortodoxo el aseo y el lavado de manos eran tan importantes que ver a gente con trajes sucios y manos sin lavar era una ofensa. Los fariseos eran meticulosos para cumplir las reglas ceremoniales del aseo, pero para un pastor de ovejas, acostumbrado a trabajar con el rebaño y por las necesidades propias de los animales, les era imposible guardar estas normas.
Fueron a estos hombres sencillos del campo a quienes Dios eligió para ser los primeros en conocer el evangelio de amor.
Ahora bien, los sacrificios en el templo se hacían usando un cordero que era llevado al altar, ¿De dónde sacaban los sacerdotes estos corderos para el sacrificio? El ofrendante tenía que venir con su propio cordero pero, a veces, si alguno venía de algún apartado, no podía cargar con un animal todo el viaje, así que para asegurarse de que el suministro de ofrendas perfectas estuviera siempre disponible, las autoridades del templo tenían sus propios rebaños de ovejas privadas; ¿Dónde estaban estos animales? Justamente pastaban cerca de Belén, así que lo más probable es que estos pastores rudos y sucios, fueran los que estaban a cargo de los rebaños que serían ofrendados en el templo como ofrenda de olor fragante.
Es un hermoso pensamiento que los pastores que cuidaban de los corderos del templo fueran los primeros en ver al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Estos pastores rudos y sucios fueron los primeros en escuchar el anuncio del Mesías. Cuando el ángel del Señor se paró delante de ellos lo primero que les dijo fue: “No tengan miedo” Quiero tomar esta declaración primera porque el que tiene un encuentro con el Señor lo primero que recibe es valor, seguridad, confianza y paz.
Como vimos al principio de este devocional, los pastores no eran personas asustadizas, al contrario, eran personas ásperas y hasta violentas, pero ante la presencia de lo desconocido perdieron su valor. Creo que esto es precisamente lo que estamos experimentando en este tiempo con la pandemia, muchos cristianos valientes y llenos de fe, se han llenado de miedo, han olvidado incluso la fe que nada escapa de la perfecta voluntad de Dios.
A nosotros, los cristianos de este tiempo, el Ángel nos dice: No tengas miedo, porque ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Ya sea que nació un día como hoy en Diciembre, u otra fecha, lo importante es que Dios se hizo hombre como muestra de su inmenso amor, y eso es algo que debe alejar el miedo de tu corazón.
Y sucedió que, cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: "Vayamos ahora a Belén y veamos lo que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a conocer". Fueron apresuradamente y encontraron a María, a José y al niño acostado en un pesebre.
Ante la palabra firme del ángel y la presentación del coro angelical, los pastores cambiaron para siempre, ellos creyeron la palabra divina, y entonces toda la inseguridad se fue. Ya no eran los hombres violentos, amargados o inseguros, ellos creyeron en la palabra y su fe creció.
Una vez que el miedo se disipó, los pastores no dudaron más y con urgencia genuina fueron a buscar el pesebre donde había nacido. Y hallaron a María y a José, y al niño acostado en un pesebre : Este era un espectáculo extraño, pero todo los que los ángeles anunciaron estaba allí delante de sus ojos. La señal específica que se les dijo que buscaran estaba allí, así que entonces adoraron. Ya no escucharon ni vieron más a los ángeles, pero tuvieron el encuentro personal con Jesús.
Hoy es Noche Buena, podemos recordar las palabras de los ángeles a los pastores: No tengas miedo y como ellos, antes de celebrar en familia con comida y regalos, acércate al trono de gracia para adorar al Señor y Salvador. Pero no termines con eso, anuncia a tu familia que eres un creyente, que ya no tienes miedo, que tu seguridad está en Emanuel, Dios con nosotros.
Feliz Noche Buena, Feliz Navidad.
Martha Vílchez de Bardales
Comments