"Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para poseerla. Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años. Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel." Jueces 2:6-10
Ayer falleció un pastor que conocí. Según leo y trato de entender en los reportes que veo en la notificación oficial del estado, en un día fallecen más de cien personas, por lo tanto, no quiero imaginar cuántos siervos amados y, hermanos obreros de Dios, ya no están entre nosotros.
Eso es lo que viene a mi mente cuando leo sobre la partida del fiel Josué. Su obediencia y dependencia a Dios fueron tan evidentes que dejó una huella muy profunda en la nación que dirigió a la tierra prometida. Sin embargo, esa huella no duró mucho tiempo. El pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué. La resolución que él tomó y quedó escrita en la historia fueron patentes en su nación. Él en verdad fue uno de los grandes hombres de Dios en la historia
El título de: “Siervo de Jehová”, que recibió Josué, no fue un simple título. En verdad este nombre fue únicamente aplicado para los grandes hombres de Dios como Moisés (Deuteronomio 34:5), David (Salmos 18:1, título), y los profetas valientes (2 Reyes 9:7).
Creo que les he contado que mi padre fue un pastor que sirvió al Señor por más de cincuenta años, mi hermano mayor también pastor, fue un siervo fiel que desde su adolescencia decidió convertirse en un obrero del Señor, ambos están con su Rey y Señor. Otro hermano que partió fue un adorador, cantaba con una voz hermosa, lo hacía en templos cristianos, en campañas evangelísticas, en carpas que viajaban a diferentes ciudades. La fe y el compromiso de estos hombres amados, ha dejado hijos, nietos, bisnietos que sirven a Dios con igual amor y compromiso.
Volvamos a Josué. Todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, la nación de Israel también fue fiel con Dios , pero después de eso, una generación se levantó, la cual no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Conversando con mi hermana mayor llenó mi corazón de esperanza cuando nos dijo (y fue como escuchar el eco de la voz de mi padre) “Nosotros no hemos tenido personas perfectas que nos han guiado, ni mi padre, ni nuestros hermanos mayores lo fueron, pero nos enseñaron a tener fe en Dios, y eso nadie nos quitará”
El texto nos para en seco cuando afirma que se levantó después de esos fieles, otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel: La nueva generación no tenía una relación personal con Dios, y no tenía una consciencia personal de su poder. Dios era alguien que estuvo relacionado con sus padres, y quien hizo grandes cosas en la generación de sus padres, pero eso era historia, ya no estaba con ellos. ¿No les da miedo que sus generaciones dejen de amar a Dios?
“Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.”
Cuando Josué vivía los israelitas fueron fieles, pero apenas él ya no estuvo, los jóvenes decidieron adorar a los ídolos de los cananeos. ¿Cómo pudieron cambiar a un Dios Real, Personal y Fiel por dioses falsos, productos simples de la imaginación de hombres necios?
Es que en la naturaleza del ser humano está esa inclinación al mal, así como el ángel de luz se rebeló contra Dios y tentó a los primeros hombres a desobedecer, satanás siguió y seguirá haciendo lo mismo, él sigue provocando que la humanidad se aleje del Dios Verdadero. El ser humano sin temor a Dios prefiere crear un dios que acceda a todos sus deseos, una creación que lo complazca y no pida nada, que sólo lo engría y no le exija obediencia. Escribo esto y tengo que reaccionar y decirles que el Dios Verdadero no es tu dios que te da y da sin exigir nada. Dios pide santidad.
Los cananeos tenían un dios a su gusto, lo crearon ellos mismos y lo hicieron a su gusto. Su dios era Baal. Este ídolo cananeo fue construido para que fuera un rival atractivo en contra de Yahveh. Se pensaba que era el ídolo que controlaba el clima y la naturaleza, era esencialmente el dios del éxito para la agricultura. Así que ellos servían y adoraban a quien supuestamente les daba un buen clima para tener cultivos y rebaños abundantes. Por lo tanto Baal era el dios de la riqueza personal.
La palabra Baal significa señor, marido o dueño, por lo tanto, cuando Israel adoraba al dios cananeo Baal, ellos decidieron cambiar a su Verdadero Señor por otro “marido” o “dueño.” Todo con tal de tener mucha riqueza personal. Pero no fue el único reemplazo, también los israelitas empezaron a adorar a Astarot, la diosa del amor, del sexo y la fertilidad.
La religión de estas diosas de la fertilidad estaba acompañada de todo tipo de prácticas lascivas, no sólo era placer sexual, también involucraba el sacrificio de niños, cientos de pequeños fueron asesinados en las orgías descontroladas de Canaán, y ahora, de esta generación de israelitas que olvidó a Dios.
Un cristiano joven de este tiempo pudiera decir, “no estoy abandonando la fe de mis padres, es sólo que deseo tener éxito y riquezas, deseo disfrutar mi sexualidad con libertad, quiero decidir qué hacer con mi cuerpo, sólo quiero ser lo que me dé la gana y no me obliguen a ser como ustedes”
Toda una generación de israelitas se fueron tras otros dioses. La influencia de los cananeos se les metió al corazón. El resultado de no sacar completamente a los cananeos fue mucho peor de lo que Israel se imaginó. ¿Puedes identificar algunos dioses peligrosos que rondan alrededor de tus hijos? ¡Este es tu tiempo de sacarlos de tu hogar! La fe en el Dios Único y Verdadero no admite dioses menores.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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