“Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén. Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová. Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos. Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David. Rut 4:11-17
Rut y Booz recibieron la bendición de todos los ancianos y aún más, de todo el pueblo, es que el testimonio de ambos fue de personas que supieron cumplir la Palabra con lealtad y verdadero temor a Dios.
Cuando Rut vivió en Moab junto a su esposo Mahlón, vivieron juntos aproximadamente diez años de matrimonio, y en todo ese tiempo ella no concibió ningún hijo. Según todos los relatos, parece que Rut fue estéril hasta que concibió un hijo gracias al don misericordioso de Dios. Dios hizo muchos milagros en la vida de esta mujer que sigue siendo para todos nosotros un bello ejemplo de la verdadera lealtad práctica. Toda la historia mostrada en los cuatro capítulos nos ilustra sobre la soberanía y la provisión misericordiosa de Dios.
No sabemos cuánto tiempo transcurrió entre el matrimonio y el nacimiento de su primer hijo. Pero podemos ver que Rut fue verdaderamente bendecida como resultado de su disposición al sacrificio y lealtad a su suegra, y sobre todo a su humildad para obedecer a Dios.
Por eso Rut pasó de:
La soledad al amor
Del trabajo duro al descanso
De la pobreza a la riqueza
De la preocupación a la seguridad
De la desesperación a la esperanza
Por favor dense cuenta cómo es Dios, Él es soberano sobre todas las circunstancias; tanto las situaciones que consideramos “buenas” o las que consideramos “malas”. Si somos leales a la Palabra debemos esperar en fe que Dios resolverá todo en su tiempo. Dios siempre está obrando en todas las circunstancias, incluso en las dolorosas, para lograr sus buenos propósitos soberanos.
Todo el pueblo de Belén que estaba a la puerta, incluidos los líderes, dijeron: "Somos testigos. Que el Señor haga a esta esposa que viene a tu casa como Raquel y Lea, quienes formaron nuestra familia de Israel. Muestra, pues, tu fuerza de carácter en Efrata y hazte un nombre en Belén.
Esta parte me parece muy emocionante cuando los ancianos y todo el pueblo hizo una oración de bendición para la joven pareja, sobre todo porque deben recordar que el tiempo en que sucedieron estos hechos fue en la época de los Jueces, una parte de la historia de Israel donde la gente hacía lo que quería y su prioridad era el egoísmo. Pero el testimonio de ambos trajo esperanza a un pueblo que ya casi había olvidado el temor a Dios.
¿Crees que tu testimonio es importante? ¡Claro que lo es!
Rut fue bendecida por todos y se convirtió en esposa, dejando atrás los diez años en Moab que sólo recordaban la miseria, comparados con las pocas semanas en Belén que trajeron bendición. El progreso de Rut ahora estaba completo:
Primero, ella era una nochriyah , es decir, una extranjera, de una ciudad pagana Rut 2: 10.
En segundo lugar, ella era inferior a una shiphah , una sirvienta inferior, Rut 2:13.
En tercer lugar, fue ascendida a una amah , una sirvienta, Rut 3:9.
Y finalmente en cuarto lugar, se convirtió en una ishah , una esposa, Rut 4:13
Recordemos el proceso: Dios fue misericordioso con Rut en Moab al darle la fe para confiar en Él y ser salva. Su gracia continuó cuando ella se mudó a Belén, porque Él la guió al campo de Booz donde Booz se enamoró de ella. La gracia de Dios continuó en la puerta de la ciudad donde el pariente más cercano rechazó a Rut y Booz la compró. Después del matrimonio, Dios derramó Su gracia sobre Rut y Booz al darle la concepción y luego darle a luz un hijo sano y salvo, al que llamaron Obed, que significa “siervo”.
Tenemos que terminar este estudio mencionando a Noemí, otra vez aparece ella y vuelve a ocupar el centro del escenario del drama. Recuerden que en el capítulo uno, las mujeres dijeron: "¿Es ésta Noemí?" A lo que Noemí respondió: "No me llames Noemí; llamadme Mara, porque el Todopoderoso me ha tratado con gran amargura.” Pero la Noemí del capítulo cuatro cambió completamente.
Noemí, la figura central en el capítulo inicial de la historia, volvió a ser la figura central al final. Porque Jehová quiso mostrar que Él redimió su vida del abismo, la coronó con su bondad amorosa y satisfizo sus años reemplazando su vacío del duelo con plenitud y su antigua amargura con un gozo indescriptible.
Maravillosa Gracia de Dios que está disponible para cada uno de nosotros. Este año podemos tener la meta de ser leales primeramente a Dios y su Palabra.
Con amor:
Martha Vílchez de Bardales
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