“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Efesios 6: 10-11
¿Sabían que esta pandemia cambiará profundamente muchas de nuestras conductas, incluso nuestra forma de vestir? Además de tener que desinfectar todo lo que llega a la casa, también al salir deberemos vestir completamente preparados para sentirnos protegidos.
Expertos recientemente consultados en Estados Unidos sobre lo recomendable para usar y lo que debe quedarse en el closet aconsejaron por ejemplo que ahora no se deberían usar uñas largas, las pulseras, llaveros y carteras pueden ser artículos portadores del virus, las sandalias también hay que guardarlas porque es mejor que los pies estén protegidos, el cabello puede ser portador así que es mejor usarlo recogido o tenerlo corto, accesorios de tela como bufandas, pañuelos o pashminas pueden atrapar las bacterias y al estar tan cerca del rostro representan un riesgo a la salud. En el caso de los hombres, las corbatas pueden convertirse en un foco de infección pues rozan superficies sucias como el escritorio o la mesa.
Todavía no dicen nada sobre el maquillaje, pero supongo que el lápiz labial tampoco tendrá mucho sentido ya que con el tapa boca ya nadie verá tu rostro completo. La cita de hoy me hace pensar en la vestidura espiritual del cristiano, ella es la protección más sólida antes que todos los protocolos de seguridad, dice el texto:
“Hermanos fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”
Antes de ponerte toda la vestimenta de seguridad, o ponerte ese traje que parece de astronauta (parece que ese se pondrá de moda) debes prepararte espiritualmente con la Palabra de Dios y la oración. Estas dos cosas son esenciales para estar fuerte y sentirte valiente, porque si tomas un hombre débil el cual apenas se puede parar, y le pones la mejor armadura, él seguirá siendo un soldado ineficaz. Fácilmente será derrotado.
Esta fuerza y poder no vienen porque alguien ore por ti, o porque lo declares sólo en los ratos donde te sientes vulnerable, así como el ejercicio debe ser un hábito para mantenerte ágil y sano, la fuerza y el poder espiritual se hacen efectivos en el cristiano que se ejercita en la práctica del estudio bíblico, la meditación, la oración y al compartir su fe con valor.
Después de ser renovado con la fuerza y el poder de Dios, entonces viene el equipamiento de la vestidura, ahora sí, estos protectores tendrán poderío, autoridad y confianza para caminar en medio de las tinieblas arrebatando las almas que el enemigo tiene cautivas.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Que este día Dios te llene de ese valor espiritual, recuerda que siempre debes empezar pidiendo perdón y humillándote en el altar del Señor.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
¿Te gustaría donar a este ministerio? Te ofrecemos las siguientes maneras. Por favor, recuerda enviarnos la constancia de la operación al correo secretariaiblamolina@gmail.com
Depositando su diezmo y/o ofrenda en las siguientes cuentas:
BBVA SOLES 0011 0170 01 00012281 BBVA DÓLARES 0011 0170 0100012303
Transferencia desde otro banco con los siguientes códigos interbancarios:
CCI SOLES 011 170 000100012281 80 CCI DÓLARES 011 170 000100012303 82
Comments