“Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.” Proverbios 31:29
¿Quién será la mujer que sobrepasa a todas en este siglo que nos toca vivir?
¿Eres una madre que está superando a todas las demás y siendo ejemplo de virtudes y comunión con Dios? Antes de responder debemos analizar la palabra “sobrepasar”
Sobrepasar se forma con dos raíces provenientes del latín. Se forma con el prefijo "super": es encima de. Y con "passare": dar pasos, por lo tanto su concepto original es “encima del paso”, “encima de la huella”.
Sinónimos de sobrepasar es adelantar, aventajar, rebasar y superar; por lo tanto una mujer que sobrepasa a todas tiene que ser una mujer que sigue las huellas del Señor Jesucristo. En eso ella marca la diferencia, y puede sobrepasar a todas pero no como ventaja que alimente una fama personal, sino presentar el modelo de una verdadera hija de Dios.
Como creyentes debemos ponernos la meta de seguir superando las debilidades que nos avergüenzan, eliminando rencores y miedos que una vez nos condenaron, siguiendo las huellas de estas mujeres y sobrepasando a otras para ayudarlas a encontrar la verdad en Jesucristo.
¿Quién será en modo práctico una mujer que sobrepasa a todas en la actualidad? Los medios de comunicación dictan prototipos que tienen que ver con belleza, fama, conocimiento, y mucho ego; pero como hijas de Dios, quiero compartirles quiénes son las mujeres que hoy pueden ser mejores que las demás.
Una mujer que sobrepasa a todas debe ser:
Una madre que es entendida en los tiempos. Tiene conciencia de un Dios presente, pero no vive en las nubes, pisa bien la tierra porque hay toda una familia que espera que ella sea guía y consejera, testimonio y apoyo, refugio y proveedora de esperanza. “A estas personas no las vencerá el mal; a los rectos se los recordará por mucho tiempo”. Salmo 112:6
Una madre que procura que su conducta sea acorde a su fe. Por eso el dominio propio y la sabiduría son su meta. “Los prudentes examinan cuidadosamente sus pasos”. Proverbios 14:15.
Una madre que reflexiona en experiencias negativas para no repetirlas. No para condenarse, ni para minimizar sus actos, sino para enseñar a su familia a no caer en la misma maldición. En Isaías 47 está la profecía a Babilonia, una nación sin temor a Dios, por más que vieron el poder de Dios, siguieron el camino del error: “No reflexionaste sobre lo que hacías, ni pensaste en las consecuencias” Isaías 47:7.
Una madre que vive con gozo por la confianza que tiene en Dios. “Una mirada alegre trae gozo al corazón; las buenas noticias contribuyen a la buena salud” Proverbios 15:30. Puede ser que sea probada, refinada como el oro, sujeta a necesidades y deslealtad, pero jamás perderá de vista la esperanza en las promesas divinas, ellas se renuevan en su mente y corazón y la hacen sonreír.
Una madre que no deja que sus hijos se olviden de Dios. Porque si ella está siguiendo las huellas del Salvador, su tarea y objetivo más grande es que sus herederos sigan el mismo Camino de fe. Siempre pienso en la madre de Timoteo, ella no puso excusas ni se dejó vencer por cultura, esposo ni sociedad. Nosotras hemos dado a luz, hijos que serán luz en este mundo de tinieblas, no queremos seguir poblando el infierno, lo contrario, queremos arrebatar de manos del enemigo a tantos jóvenes para que sean Luz y Sal en este tiempo. “Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti”. 2 Timoteo 1:5.
Una madre que está dispuesta a enfrentar desafíos y oportunidades. Como la mujer virtuosa del capítulo 31, llena de virtudes prácticas, nunca ociosa y sin visión. Nunca conformista ni descuidada, no sólo cumplía con los suyos, era conocida por todos. Quizá por eso fue comparada a las piedras preciosas, tan escazas como hermosas. NO posterga oportunidades ni se pone límites por baja autoestima, ella tiene la verdad: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Una madre que tiene un corazón generoso para todos. Ha hecho suyo el verso: “Si tienes dos camisas, da una a los pobres. Si tienes comida, comparte con los que tienen hambre” Lucas 3:11 Pero no sólo les da a los que necesitan cosas materiales, sino que tiene un corazón como el de Dios, para interceder por otros.
Si tuviera más tiempo podríamos encontrar muchas características más para ser esa mujer que sobrepasa conflictos personales, dudas y complejos, pecados pasados y pobreza espiritual, Dios tiene todo lo que necesitas para ser una mujer que sobrepasa a todas, una mujer con la humildad suficiente para reconocer sus errores y dispuesta a obedecer al Señor.
Feliz día querida mamá
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