Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes. Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis? Marcos 8: 14-18
Para entender estos versos debemos retroceder y darle un vistazo a los acontecimientos anteriores. En los versículos 1-8 de este capítulo, Jesús tomó siete hogazas de pan y algunos peces pequeños y ¡alimentó a 4.000 personas! En el versículo 8, los discípulos recogieron las sobras y juntaron siete canastas llenas. Es decir, con las sobras llenaron siete cestas lo suficientemente grandes como para cargar a un hombre adulto.
Luego en los versículos 11-12 Jesús fue atacado por los fariseos. Estos religiosos le exigieron que realizara milagros para satisfacer su curiosidad y comprobar si en efecto era el Mesías. Por supuesto Jesús se negó a jugar su juego, y en versículo 13, simplemente los dejó allí parados mientras él y sus hombres subieron a un bote y se marcharon.
Ahora si vamos a meditar en lo que pasó: El versículo 14 narra que Jesús y sus discípulos estaban en una barca que navegaba por el mar de Galilea. Mientras cruzaban el lago, los discípulos todavía tenían la mente puesta en el pan que se multiplicó, entonces se dieron cuenta de que se habían olvidado de traer el pan que sobró. Puedes imaginar conmigo cómo reaccionaron ante el olvido: ¿Alguien trajo un poquito del pan que sobró? ¿Nadie trajo nada? ¡Pero si teníamos siete enormes cestas llenas de pan! ¿Y ahora qué comeremos?
La actitud de los discípulos nos sirve para mostrarnos el "bloqueo" espiritual que ellos mostraron y que se puede volver a repetir en nuestras propias vidas. ¿Cómo podía ser posible que estuvieran preocupados por el pan después de que habían visto a Jesús multiplicar unos pocos panes para dar de comer a miles de personas? Jesús conoce los pensamientos, los ve, los escucha y nos mira con atención. Por supuesto, que el Señor supo lo que estaban pensando. Entonces utilizó ese olvido como una oportunidad para enseñarles algunas lecciones muy necesarias.
“Guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”
Para entender el uso espiritual que Jesús hacía de la levadura, primero debemos ver cuál era la forma en la que se empleaba normalmente este ingrediente valioso.
La levadura es un hongo microscópico que tiene una importante capacidad para realizar la descomposición mediante fermentación de diversos cuerpos orgánicos, produciendo distintas sustancias. Por ejemplo, el uso de la levadura en el pan, hace que este aumente considerablemente su tamaño. Para ello, sólo es necesario guardar un poco de masa fermentada del día anterior y agregarla a la nueva.
El Señor se estaba refiriendo a la levadura desde una perspectiva espiritual. En este sentido, él la veía como símbolo de algo negativo, y podemos considerar algunas de las razones para establecer este parecido:
La levadura se extiende por toda la masa y cambia su naturaleza, operando exactamente igual que el pecado en el hombre.
Tanto la levadura como el pecado son fuerzas muy poderosas.
Ambas tienen una gran tendencia a incrementar gradualmente su esfera de influencia.
Y las dos actúan de forma invisible.
Los discípulos, como buenos judíos, deberían haber estado familiarizados con este simbolismo negativo de la levadura, ya que su uso estaba prohibido en todos los sacrificios (Lv 2:11), y en especial en la pascua (Ex 12:18-20).
En este caso el Señor se refirió a la levadura como las ideas o tendencias que pueden cambiar las formas de pensar y de actuar, apartándonos de la fe sincera y pura en Cristo.
El apóstol Pablo hizo una exhortación similar a los Gálatas: (Ga 5:7-9) "Vosotros corríais bien; ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa".
¿Cómo era la levadura de los fariseos? El Señor comenzó advirtiendo a sus discípulos acerca de la levadura de los fariseos. Quizás la exhortación se debió a la preocupación del Señor porque su discusión con los fariseos antes de entrar en la barca hubiera podido influir negativamente en los discípulos.
Pero ahora bien, ¿en qué consistía la levadura de los fariseos? Jesús explicó que la levadura de los fariseos era la hipocresía. Ellos hacían preguntas aparentando ser personas que querían creer, pero en realidad sólo querían atraparlo. ¡Eran unos consumados hipócritas! Toda su vida consistía en aparentar lo que realmente no eran. Les gustaba que todo el mundo pensara de ellos que eran muy santos, y para conseguirlo hacían grandes exhibiciones de religiosidad externa.
Jesús les denunció enérgicamente. Les dijo que ofrendaban con el propósito de ser vistos y admirados (Mt 6:1-2); oraban buscando los sitios más concurridos con el fin de impresionar a los demás con su devoción (Mt 6:5); ayunaban haciendo todo lo posible para que los demás notaran el gran sacrificio que hacían (Mt 6:16). El Señor les acusó de que usaban todas estas formas de religiosidad externa para intentar esconder un corazón impío. Además, aparentaban obedecer a la Palabra de Dios, cuando en realidad la habían sustituido por mandamientos humanos que ellos mismos habían ideado para proteger sus propios intereses.
La palabra traducida como GUARDAOS está en forma imperativa, presente y activa. Quiere decir estar en permanente guardia. Es un mandato para los creyentes estar atentos, vigilantes y alertas. Lo que les estaba diciendo era que tenían que guardarse de las maneras inicuas que los Fariseos y Herodes pensaban acerca del Reino del Mesías.
Herodes y los Fariseos, idealizaban el Reino como un poder y autoridad dominante. Herodes lo miraba como una autoridad y poder político, y los Fariseos lo miraban más como un poder y autoridad religiosa, los discípulos de Jesús aún no entendían claramente cómo iba a ser el Reino de Dios. Entonces Jesús viendo sus corazones les siguió diciendo: La presencia de un poco de pecado puede corromper una gran cantidad.
Lo explico un poco más para que sea más comprensible. La levadura es una bacteria que se alimenta de la masa y estas bacterias emiten un gas que hace que el pan suba. La levadura puede permanecer inactiva durante muchos meses y luego, al primer indicio de humedad, cobra vida y comienza a funcionar. La levadura llenará por completo todo el trozo de masa. La fermentación es el primer paso de la descomposición y lo único que puede detener la levadura es el calor extremo. Por eso cuando la levadura se expone al fuego, muere.
En la Biblia, la levadura es una imagen del pecado, corrupción y maldad. La idea es que un pequeño pecado es como levadura en nuestras vidas. Cuando toleramos el pecado en nuestras vidas, pronto se infiltrará en cada parte de nuestro ser.
Jesús advierte a sus hombres del peligro de tener un corazón hipócrita. ¡Eso es algo con lo que todos luchamos! ¿Acaso no es fácil volvernos fríos y distantes de Dios en nuestros corazones? ¿No es también fácil fingir en el exterior que todo está bien con el Señor? Muchas veces somos maestros en fingir que nuestros corazones están donde deberían estar con Dios. Por eso Jesús nos advierte a todos contra la hipocresía en nuestros corazones.
Seamos creyentes sinceros y dependamos totalmente de Dios en todo lo que hagamos.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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