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Foto del escritorIB La Molina

La perla de los salmos

"Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion. Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob. Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu ungido. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad." Salmos 84:5-11



El gran predicador Charles Spurgeon tituló a este Salmo como “La perla de los Salmos”. Pero ¿Quién fue su autor? En nuestra Biblia encontramos en el inicio del capítulo que dice: Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré. Quiere decir que los hijos de Coré fueron los autores.


Los hijos de Coré eran levitas, de la familia de Coat y descendientes de la tribu de Leví, fueron los consagrados por Dios, por medio de Moisés, para el servicio del Tabernáculo y luego del Templo de Jerusalén. Ellos fueron los únicos designados para el servicio del Tabernáculo donde ejercían ministerio desde los veinticinco hasta los cincuenta años de edad. Después de esta edad sólo podían servir con sus hermanos, para hacer la guardia, pero no para el ministerio


Estos levitas en la época de David, servían en el aspecto musical de la adoración en el templo. “Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz” 2 Crónicas 20:19.


Pero estos cantores tuvieron su época de declive espiritual (si se le puede llamar así) porque fue Coré (la cabeza de esta familia) quien encabezó una rebelión de 250 líderes comunitarios contra Moisés durante los días del Éxodo en el desierto. Dios no permitió que su siervo Moisés fuera maltratado y castigó al cabecilla y a todos los rebeldes con la muerte. Sin embargo permitió que los hijos de Coré permanecieran: “Y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento. Mas los hijos de Coré no murieron.”


No tengo explicación porqué Dios permitió que vivieran los descendientes de Coré, pero quizá ellos estuvieron tan agradecidos por esta misericordia, que se hicieron notables en Israel por alabar a Dios.

Todo el salmo describe el gozo por poder entrar al altar del tabernáculo donde se puede alabar a Dios con todo el corazón, pero el adorador no sólo es bendecido al exaltar el nombre del Padre, sino que al hacerlo recibe aún más de lo que puede dar, el que canta y levanta las manos, recibe nuevas fuerzas en Dios.


A veces los creyentes no se dan cuenta cuánto poder tiene la alabanza, es que olvidan que la razón de nuestra existencia es hacerlo todo para la gloria de Dios. En este Salmo encuentro las bendiciones que se reciben al alabar al Padre:

  1. Cuando alabas a Dios recibes la preparación necesaria y las fuerzas para vivir en este mundo por eso: Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente.

  2. Cuando adoras a Dios puedes recibir un poder sobrenatural porque la intimidad con Dios te brinda una fuente inagotable de fuerzas para el viaje que emprendes en esta vida, sobre todo en épocas difíciles. “Irán de poder en poder”.

  3. Cuando levantas tus manos exaltando a Dios, Él pone sus ojos en el rostro de su adorador y lo unge con amor escuchando su oración: “Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu ungido”.

  4. Cuando cantas de todo corazón a Dios reconoces que estás en el mejor lugar del mundo y haciendo lo mejor que has hecho en la vida. Vivir una vida lujosa en las elegantes moradas de maldad no significaba nada para el salmista; él prefería servir humildemente en la casa de Dios. “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

  5. Cuando alabas y adoras a Dios puedes disfrutar de Dios como fuente de bendición (sol) y defensa (escudo). Reciben Su generosa gracia y gloria. Este es el único lugar en la biblia donde a Dios se le llama explícitamente ‘un sol’. Es sol porque él brilla sobre nosotros y es el resplandor de nuestros días. “Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.”

  6. Y el que viene a la Casa de Dios para adorar recibe una alegría inigualable, es el gozo que Dios derrama en nuestro corazón. “Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.” El Padre otorgará sus bendiciones a aquellos que encuentren su refugio en él.

Estos días en Santiago de Chile he disfrutado mucho de estar en constante adoración con la Iglesia del Templo La Hermosa, mañana regresaré a mi casa en Lima, y mi adoración continuará en mi Casa espiritual en la IB, te invito mi amado hermano, hermana, a que hoy, empieces a cantar, puedes empezar con este Salmo, no hay nada mejor que estar en la Presencia de Dios.


Con amor


Martha Vílchez de Bardales


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