"El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén". Hebreos 13:20-21
Muchos cristianos han asumido en esta epidemia una postura de resignación. Escuchando a algunas personas he escuchado frases como: “Hay que aceptar la voluntad de Dios, aunque no nos guste”. ¿Será esa la posición correcta ante esta prueba mundial? Como cristianos, cada discípulo de Cristo que quiere hacer la voluntad de Dios, debe comprender que la voluntad divina no es algo que se impone a la fuerza, y si la persona se siente “obligada” a hacer algo, es porque no le gusta la orden, no le parece justo, o simplemente esa decisión divina es todo lo contrario a lo que había planeado hacer.
La voluntad de Dios debe ser para los creyentes un tema muy importante de considerar cada día. Un hijo de Dios que ama a su Salvador y Padre, quiere sujetarse con respeto al Señor, y lo hace por amor y porque está convencido que es la mejor elección.
Por ejemplo en el matrimonio, una esposa es feliz sujetándose a un varón que la trata con honor y como a vaso frágil, ella sabe que las reglas del matrimonio son dictadas por Dios para una convivencia armoniosa y edificante, por eso elige sujetarse en paz, en cambio, si la misma mujer, va al matrimonio con una actitud de conformismo como un acto de humillación, experimentará la sujeción como un castigo impuesto, un fastidio y un matrimonio desgraciado.
Aceptar la voluntad de Dios no es rendirse, no es soportar el castigo, esto sería igual a creer que Dios es castigador, cruel, y tirano. Tenemos por lo tanto que revisar nuestro corazón, ¿Qué concepto tenemos de Dios? ¿Cómo juzgamos esta pandemia?
La voluntad de Dios es agradable y perfecta. Sin embargo, lamentablemente, muchos cristianos ven la voluntad de Dios como algo difícil y desagradable para acatar, será por eso que en los últimos días, el amor de muchos se enfriará, porque no están procurando comprender cuán bueno, justo y misericordioso es el Señor y antes se quedan con lo difícil de la prueba y al no aguantar, prefieren renunciar al Señor.
Dios no dice: “¡Hazlo a mi manera, o te desamparo!”
Dios dice: No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2
Dios no te pide que aceptes su voluntad como si fuera algo malo para ti, Dios quiere que abras los ojos hasta ver las misericordias de Dios, el Señor antes que imponer nos ruega, que sacrifiquemos lo que consideramos “lo mejor” como un acto de adoración inteligente, que le entregues mente, y cuerpo como un sacrificio vivo, consagrado a Él y aceptable por Él.
No dejes que el mundo a tu alrededor te comprima en su propio molde, no permitas que las ideas del mundo sobre lo desagradable que es la voluntad de Dios te moldeen y cambien tu esencia de cristiano, por favor deja que Dios moldee tu mente desde adentro, para que así puedas probar en la práctica que el Plan de Dios para ti es bueno, lo que Dios te pide es perfecto, lo que te suceda por obedecer, será agradable, si haces su voluntad avanzarás hacia la meta de la verdadera madurez.
A medida que seas transformado en el interior, la prueba será evidente en el exterior, tu familia verá que estás haciendo la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta, tus amigos lo notarán y este testimonio traerá a nuevos hijos rendidos a los pies del Señor.
Quiero darte ahora algunos textos que muestran la buena voluntad de Dios para ti:
La voluntad de Dios es tu madurez y servicio a los creyentes Romanos 12:1-2.
La voluntad de Dios es que los cristianos sean librados de este siglo malo Gálatas 1:4.
La voluntad de Dios fue tu redención Efesios 1:5, 9, 11.
La voluntad de Dios es que experimentes y vivas una vida llena del Espíritu. Ef. 5:17.
La voluntad de Dios es que seas un creyente lleno del conocimiento de Dios. Col. 1:9.
La voluntad de Dios es que estés completo en Él. Colosenses. 4:12,
La voluntad de Dios es que seas santificados. I Tesalonicenses 4:3.
La voluntad de Dios es que des gracias en todo. I Tesalonicenses 5:18.
No tienes que pensar que la voluntad de Dios para tu vida es injusta, que otros tienen mejor suerte, o que tu no eres su preferido y por esto te toca soportar con paciencia lo que venga.
Dios te ama y su voluntad para ti es agradable y perfecta. Medita cada día y la descubrirás como lo hice hoy yo. Me sujeto con gozo a su voluntad y tengo perfecta paz.
Con amor,
Martha Vilchez de Bardales
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