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Foto del escritorIB La Molina

LA ORACIÓN COMO UN ARMA PODEROSA

Texto bíblico: Yo pensaba, muy seguro, que nada podía vencerme. Mientras me mostraste tu bondad me sentía invencible, SEÑOR. Pero cuando te alejaste de mí, me invadió el miedo”. SEÑOR, entonces te pedí ayuda; imploré tu compasión. SEÑOR, escucha mi oración y muéstrame tu compasión. ¡Ayúdame, SEÑOR! Entonces tú cambiaste mi tristeza en baile.Me quitaste el luto y me vestiste de alegría. Salmo 30:6-7,11.

Cuando oramos estamos armados de los pies a la cabeza, cuando oramos sentimos que nada nos puede vencer, cuando oramos con el corazón y la mente sentimos y entendemos que podemos ser invencibles.


Es un desafío convertirse en un cristiano de oración, porque debe ser la prioridad en nuestro día a día, y cuando, ante cualquier situación, en vez de luchar en nuestras propias fuerzas o dejarnos vencer, hacemos de la oración nuestra arma de lucha.


Un creyente de oración es casi invencible porque tiene el arma más poderosa del universo; desde esta perspectiva, la oración no es una opción para momentos de crisis, sino es la tarea más importante y la que despierta milagros. La fórmula es, a más oración, más milagros, y esto sólo puede comprobarse en la práctica; por lo tanto si no estás viendo estas cosas sobrenaturales en tu vida, si en vez de sentirte invencible sientes ataduras de miedo, tendrías que preguntarte si estarás usando esta arma poderosa como Dios quiere y enseña. ¿Estás orando y no ves milagros?


A veces no vemos los milagros que pedimos porque hay actitudes que debilitan la oración como la falta de confianza que Dios hará lo que le pedimos, cuando se pierde la expectativa de una respuesta pronta o cuando entra en la duda que Dios escucha el clamor. Como dijo el sabio: “Cuando se pierde la esperanza, se debilita el corazón”. Proverbios 13:12


La oración también se hace débil cuando sólo pedimos y nos olvidamos de ponernos a cuentas con Dios, la oración sin confesión son sólo palabras débiles. “Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más”. Salmo 32:3. Todo el que se acerca al trono de gracia y santidad debe reconocer su humanidad, cuando no confesamos al Padre nuestra oración es débil.


La oración es débil cuando sólo se pide en casos de emergencia, son las famosas oraciones desesperadas en vez de las anticipadas. En verdad cuando una cristiano ora es como si estuviera vacunándose contra futuras dificultades, como si estuviera construyendo un escudo que la defenderá a la hora de la adversidad; lamentablemente casi nunca oramos por adelantado o prevenidamente, muchos nos hemos acostumbrado a orar desesperadamente porque el mal que no esperábamos llegó, y empezamos a pedir con ansiedad o peor aún, con desaliento porque Dios nos ha abandonado.

Dios sabe lo que sucederá, Dios sabe lo que vamos a pedir antes que lo digamos, entonces a la hora de orar, no sólo ores por lo que ya está sucediendo, ora anticipadamente. Como dice Daniel 9:23: “Cuando comenzaste tu oración, Dios te contestó”

Hermanos, si la oración es tan vital para la vida cristiana, ¿Por qué ocupamos tan poco tiempo para orar?

Oran los que tienen sentido de responsabilidad. Oran los que quieren ver su familia sanos y salvos, pero sobre todo haciendo la voluntad de Dios. Es un asunto de responsabilidad, ¿quieres una vida llena de percances, o prefieres una vida segura? Entonces, tienes que ser responsable en cultivar la oración. La oración es importante, nos protege de las adversidades, plagas y ataques del maligno, nos ayuda a experimentar una vida segura ¡Tenemos que practicar la oración! ¡Tenemos que fortalecer el espíritu!

LA ORACIÓN ES UNA ARMA PODEROSA: Parece una afirmación concreta y sencilla, pero debemos obedecer unas condiciones para que la oración se convierta en un arma efectiva y poderosa:


La oración es un arma poderosa cuando se ora con fe. Esta fe está basada en el poder de Dios y no en la “unción” del creyente. Si es así, no importará quien ore, sino a quien oramos. Si Dios escucha nuestra oración, asunto resuelto, Él se encargará.


La oración es un arma poderosa cuando nace de un corazón limpio. La confesión y el perdonar ofensas, sana muchas heridas del corazón. Dios obrará en el creyente humilde, que no crea ser perfecto, pero que busque caminar en santidad. Estamos acostumbrados al texto “la oración eficaz del justo puede mucho”, pero es necesario entender a qué se refiere con eficaz, allí está la clave. La oración es eficaz (fuerte, enérgica, vigorosa, valiente) cuando nace de un corazón limpio que ha sido perdonado por Dios.

La oración es un arma poderosa cuando se ora con fervor. La oración es un arma poderosa cuando oramos sin cesar “Pero mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él” Hechos 12:5.


La oración es un arma poderosa cuando tiene intensidad. La Biblia enseña que los cristianos tenemos la tarea de practicar la oración intensa, una oración que se torne súplica, libere angustia y se torne clamor, llanto y fervor como el de Jesús “Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra” Lucas 22:44.


La oración es un arma poderosa cuando no me resigno. Orar sin desanimarse. El Señor planteó que el problema de las oraciones sin respuesta radica en los cristianos que se desaniman. Nos desanimamos porque los tiempos de Dios son distintos a los nuestros, porque la premura con que clamamos no corresponde a la paciencia con que Dios actúa.


Desanimarse es lo que no debemos hacer jamás. La oración es un arma poderosa cuando le entrego a Dios el deseo de mi corazón.


“El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará” Salmo 145:18-19.

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