“Mas si entrare el sacerdote y la examinare, y viere que la plaga no se ha extendido en la casa después que fue recubierta, el sacerdote declarará limpia la casa, porque la plaga ha desaparecido.” Levítico 13: 48.
Cada vez que empieza un año nuevo, tengo la costumbre de hacer una limpieza exhaustiva en mi casa, es momento para sacar las cosas que he acumulado y que no tienen importancia, pero no sólo son objetos usados, sino también basura como papeles, libretas, o anotaciones que muchas veces por falta de tiempo he guardado y ya no tienen ningún valor.
Dios le habló a Moisés y a Aarón, y les dio instrucciones de lo que tenían que hacer cuando entraran en la tierra de Canaán, en esas órdenes había que eliminar la basura porque para iniciar una vida nueva se debe empezar sacando todo lo que no sirve. Por favor lee todo el capítulo trece para que notes los detalles de una limpieza profunda.
El 2021 fue un año duro, la plaga nos trajo confusión, inseguridad, y mucho miedo, por eso ahora que estamos a pocos días de iniciar el 2022 creo que es momento para sacar toda esa frustración, desesperanza y desánimo de mi casa, no quiero que mi casa tenga esos sentimientos flotando en el ambiente, eso es igual a tener basura acumulada. Todos creo, o la mayoría, hemos hecho todo lo posible para mantener nuestros hogares libres de la enfermedad, pero aunque la plaga no haya tocado tu morada, existe otra epidemia mayor, que es el enfriamiento espiritual.
En cuanto a acumular cosas, les cuento que mis hijas siempre me han calificado como “cachivachera”, es decir, amante de los recuerdos envueltos en cajas y cajas que terminan convirtiéndose en moho y peligro para la salud. Por eso, ahora al empezar el año, me dispuse a limpiar y sacar lo que se puede pervertir.
El texto que hoy les comparto me hizo recapacitar en esta limpieza que no sólo debe ser física, sino espiritual. El sacerdote en Levítico tenía el deber de auscultar y diagnosticar a los enfermos leprosos. Esta era una enfermedad incurable y muy contagiosa (por ello el infectado tenía que ser apartado enseguida). En Levítico vemos que las leyes tuvieron su sentido práctico en sus días por la higiene y mantener a las personas lo más sanas posibles. Pero en este asunto de la lepra y la función del sacerdote, vemos enseñanzas espirituales, que podemos aplicar en el tiempo presente para que empecemos un nuevo año limpio de contaminación maligna, puros para servir a Dios.
Capítulo y versículos de Levítico con su contenido y sentido espiritual
Capítulo 13: 1-46. La lepra en el individuo es como el pecado no confesado del creyente, aparece como una mancha, pero si no es confesado, sigue su proceso de malignidad. “El leproso que tenga llagas llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y con el rostro encubierto gritará: “¡Impuro! ¡Impuro!” Todo el tiempo que tenga las llagas, será impuro. Estará impuro y habitará solo; fuera del campamento vivirá.
Capítulo13:47-59 La lepra en el vestido, es como el pecado que es notorio en los gestos de un creyente frío. “Al séptimo día examinará la mancha, y si se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, en el cuero o en cualquier objeto hecho de cuero, la mancha es lepra maligna: el objeto será inmundo. Será quemado el vestido, la urdimbre o trama de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero en que haya tal mancha, porque lepra maligna es: al fuego será quemado”.
Capítulo 13:1-32. La purificación del enfermo simboliza el perdón y lavado por medio del sacrificio de Cristo. “El sacerdote mandará traer para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. Luego el sacerdote mandará matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes. Rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra y, tras declararlo limpio, soltará la avecilla viva en el campo.
Capítulo14.33-57. La lepra en una casa, es, figurativamente como el pecado escondido “Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa antes de entrar a examinar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que esté en la casa. Después el sacerdote entrará a examinarla. »Examinará la plaga, y si se ven manchas en las paredes de la casa, manchas verdosas o rojizas, las cuales son más profundas que la superficie de la pared, el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y cerrará la casa por siete días”.
Mi amado amigo, sólo faltan horas para empezar el nuevo año, Dios te está dando una oportunidad de vida, por lo tanto, no dejes para mañana lo que debes hacer hoy, evalúa tu vida, mira si hay pecados ocultos, si hay frialdad en tu corazón, lava tus manos de esa plaga, entrégale al Señor nuevamente tu corazón, el moho, la corrupción y la peste no deben habitar en tu corazón, saca toda esa basura, dale al Señor tu confesión.
¡Feliz nuevo año, feliz renovación espiritual!
Martha Vílchez de Bardales
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