“El hijo necio es la ruina del padre; la mujer pendenciera es gotera constante. Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza; no te hagas cómplice de su muerte. Golpea al insolente, y se hará prudente el inexperto; reprende al entendido, y ganará en conocimiento.” Proverbios 19:13, 18, 25.
El libro de Proverbios está lleno de consejos que se adaptan para nuestra vida diaria. Ahora escogí estos versos para meditar porque tienen que ver con la familia que tenemos, nos advierte las actitudes que si se prevén no terminarán maldiciendo nuestro hogar.
Estos versos exhiben un hogar desgraciado y disfuncional, en esta familia hay hijos necios, pero también hay una esposa que provoca constantemente con gestos y palabras inoportunas. Una gotera continua es una molestia y un problema siempre presentes. Ella con sus palabras destruye la honra de su esposo, desgastando todas las cosas buenas y valiosas que la unieron a su pareja. Ella apunta a algún problema de la pareja pero sólo para acusar y denigrar.
El hombre que tiene una esposa así es como un inquilino que tiene una cabaña con un techo malo y con huecos grandes, a través del cual la lluvia cae o se derrama. Él no puede sentarse, pararse, trabajar, ni dormir, sin exponerse a las gotas cayendo sobre su cabeza, no tiene escapatoria. Tal es el caso del que tiene una esposa contenciosa.
Un dicho árabe dice: Tres cosas hacen que una casa sea intolerable: tak (la filtración de la lluvia), nak (regaño de una esposa) y bak (bichos). Tan amargo es el dolor de la mujer equivocada que Salomón pensó que era peor que la muerte:
“Y encontré algo más amargo que la muerte: a la mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos tiene cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero el pecador caerá en sus redes. Eclesiastés 7:26
Pero ahora sigamos viendo este hogar infeliz, ellos también tienen un hijo que no fue formado desde pequeño, por eso ahora la necedad está ligada a su corazón. ¿Quieres un árbol genealógico para la gloria de Dios? Estos versos nos permiten conocer la sabiduría de Dios para criar hijos temerosos de Dios.
¿Hay esperanza para tus hijos? Mucho depende de la edad que tengan. Pero también depende de que asumas la tarea de corregir. Debemos formar hijos a través de las enseñanzas de la Biblia, entrenarlos hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde. No hay que desperdiciar ni un solo día.
Y pensar que Dios nos dio padres para que nos instruyan y adviertan sobre los peligros del mundo. Mis padres me enseñaron a honrar a Dios, ellos sabían que su tiempo era corto por eso aprovecharon cada día para reprenderme e instruirme con amor.
Este Proverbio tiene dos lecciones claras para ti. El entrenamiento del niño y el castigo relacionado deben hacerse temprano en la vida del niño, los castigos serán muchos menos si actuamos con la suficiente firmeza para darles los límites que ellos necesitan para no convertirse en adolescentes altaneros que no saben honrar a sus padres.
La formación infantil no es una opción; es un mandamiento. “Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. Prov. 22:6
Considera los sentimientos de tu hijos, no disciplines con ira. “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.” Efesios 6:4 .
Disciplinar cuando el hijo no obedece no es una opción; es un mandamiento. “No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Y así lo librarás del sepulcro. Proverbios 23:13-14.
Cuando disciplinas a un niño, primero deberías haberte controlado tú ¿Qué derecho tienes a decirle a tu hijo que necesita disciplina cuando, obviamente, tú la necesitas? Todo debe hacerse con autoridad, prudencia y amor. Espero que la meditación de estos versos de Proverbios te ayude tanto como a mi.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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