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Foto del escritorIB La Molina

Esther

"Al séptimo día, como a causa del vino el rey Asuero estaba muy alegre, les ordenó a los siete eunucos que le servían Meumán, Biztá, Jarboná, Bigtá, Abagtá, Zetar y Carcás que llevaran a su presencia a la reina, ceñida con la corona real, a fin de exhibir su belleza ante los pueblos y sus dignatarios, pues realmente era muy hermosa. Pero, cuando los eunucos le comunicaron la orden del rey, la reina se negó a ir. Esto contrarió mucho al rey, y se enfureció." Esther 1:10-12.


Hay muchos malentendidos en nuestro mundo de hoy acerca de los papeles de marido y mujer dentro del matrimonio, aun cuando los roles bíblicos se entienden correctamente. Te animo a meditar en todo el primer capítulo de Esther (debes leer todo el capítulo en tu biblia) para ver con el ejemplo de una reina, cuáles son algunos límites en cuanto a la sumisión.


El rey Asuero estaba ebrio. Después de una fiesta de varios días, con toda la bebida alcohólica que te puedas imaginar a disposición de todos sus invitados, y brindando a diestra y siniestra, debió estar muy borracho. Asuero quería impresionar a sus súbditos con una gran demostración de su riqueza, majestad y generosidad. Y se le ocurrió la idea inoportuna de hacer traer a su esposa para lucirla como una prueba más de su poder.

Ordenó que trajesen a la reina Vasti, portando su espléndida corona. Dice la tradición judía, que esta demanda salió de un altercado que surgió entre aquellos hombres ebrios: ellos abordaron un tema lleno de vanidad: ¿cuál era el país que tenía las mujeres más hermosas? Asuero decidió resolver el asunto poniendo a su esposa, la reina en exhibición pública.


Los estudiosos de esta historia afirman que el pedido era que Vasti se exhibiera de una manera inmodesta. Y ella se negó. Se negó a acceder al pedido de hombres fuera de razón. Ella no era judía ni tampoco conocía al Dios Verdadero, pero tenía el suficiente amor propio para saber que esta solicitud era algo que no debía acceder.


La Biblia dice que las esposas tienen una responsabilidad especial de someterse a sus esposos (las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; Efesios 5:22) Pero eso no quiere decir que una esposa deba obedecer a su esposo si le ordena pecar. Cada mandamiento de sumisión a nivel humano está condicionado por la más alta obligación de obedecer a Dios antes que al hombre.


Aunque la reina Vasti estaba perfectamente justificada en no haber querido acudir a la orden del rey, pienso que Vasti, debió pensar un poco más antes de rechazar la invitación a este banquete, las consecuencias que vendrían como respuesta a su rechazo fueron impensadas por ella. No se imaginó lo que su negativa causó, el escándalo estaría basado en un rey sin autoridad, esto era perjudicial para su posición, especialmente frente a invitados que tenían altos rangos.


El día de hoy muchas mujeres sufren violencia psicológica y física, y siguen permaneciendo en matrimonios infelices porque piensan en lo que perderán, así que el ejemplo de Vasti, no es una regla para las hijas de Dios. Mejor miremos a Esther.


Asuero se indignó ante la negativa de Vasti, pero no sólo él, también sus aduladores, que casualmente eran miembros de su gabinete, ahora esos hombres tomaron manos a la obra para arreglar la crisis.

La reina había desobedecido una orden del rey. Tienen que imaginarse el asombro producido por semejante negativa en un país y en una corte donde la autoridad del rey era absoluta. Los grandes allí reunidos debieron quedar horrorizados ante una afrenta tan atrevida. ¿Qué tendrían que hacer con ella?


"Entonces dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero".


Crearon entonces una nueva ley, severa y ejemplar, para hacer frente a la situación. Vasti sería destronada de inmediato y una nueva reina supliría su lugar. El propósito del trato rudo hacia Vasti fue para que no se estableciera un mal ejemplo para las otras mujeres en Persia. Asuero quería reforzar la idea del liderazgo del hombre en su casa. El hombre siempre quiere respeto más que caricias.


Pero aunque el objetivo de esta ley era correcto, la manera que usó para ganar ese respeto fue completamente incorrecta.


La instrucción de Pablo a las esposas se resume así: esposas, respeten a sus maridos (Efesios 5:33.) El respeto es el regalo más preciado que una esposa puede dar a su marido. Y la sujeción de ambos conyugues al Señor producirá un hogar que vivirá en armonía.


Mañana continuamos con Esther.


Con amor

Martha Vilchez de Bardales



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