"Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd." Marcos 9: 5-7
Cuando mis tres niñas eran pequeñas, había una que era la más inquieta, ella quería agarrar todo, treparse en cualquier cosa que le parezca un cerro y de paso romperse algo. Si íbamos al súper mercado, yo prefería subirla al coche de las compras, para mantenerla lejos de los productos, y si no había carrito de compras, optaba por cargarla para tenerla controlada. Tenerla a mi lado me aseguraba que estaría protegida de accidentes.
Muchos comentaristas bíblicos asumen que Jesús tenía preferencia en tres de sus doce discípulos, porque eran los que siempre estuvieron con él, en los momentos más especiales de su ministerio, en especial Pedro, pero yo creo que el Señor no tenía favoritos, sino que tenía cerca a los que comúnmente se metían en problemas, (como Pedro) así que los mantenía cerca para cuidarlos.
Fueron a estos tres inquietos que los llevó aparte, a un monte alto, quizá para seguir enseñándoles a orar. Pero lo que comenzó como un retiro al monte pronto cambió, porque la gloria de Jesús brilló de él, y fue transformado justo delante de los ojos de los discípulos (y se transfiguró delante de ellos).
¡Que evento tan majestuoso! Ellos varias veces se habían sorprendido y quedado sin palabras con cada milagro, pero ahora este evento divino no tenía palabras para ser descrito, ya no era Jesús un simple hombre mortal, sino que delante de sus ojos pudieron ver la misma naturaleza y esencia de Dios, la deidad vestida con un cuerpo mortal.
Marcos como siempre es particularmente breve para describir algunos pasajes, pero Mateo dice de esta oportunidad, que el rostro de Jesús resplandeció como el sol, sin embargo tanto Mateo como Marcos utilizaron la palabra “transfiguró” para describir lo que sucedió con Jesús. Por este corto tiempo Jesús tomó una apariencia más apropiada para el Rey de Gloria, que la de un hombre humilde.
La descripción de Marcos en cuanto a la transfiguración es la forma cómo Pedro (el inquieto) vio esta maravilla, básicamente toda la apariencia de Jesús brilló en una gloriosa luz resplandeciente, sus vestidos se volvieron brillantes y más blancos que cualquier cosa que se haya visto en la tierra.
Un detalle importante para considerar es que no fue una luz que vino sobre Jesús, sino que vino desde su interior.
Los tres discípulos no estaban viendo algo normal, ya los milagros parecían cosas normales en Jesús, lo que estaban presenciando en este momento era a Cristo Jesús, quien tomó el aspecto de un hombre humilde, como un siervo, y ocultó su gloria eterna aunque era rico, y se hizo pobre por nuestro bien.
¿Por qué Jesús se transfiguró delante de ellos? Es algo que siempre me he preguntado, y leyendo ahora como si fuera la primera vez este pasaje, me doy cuenta que sólo unos momentos atrás, les había dicho a todos que iba camino a la cruz, que esperaba que ellos le siguieran, había exhortado a Pedro, y quizá ellos iban a dudar porque la cruz no era el fin que esperaban, pero ahora mostrándoles su gloria, los tres discípulos más movidos de todos, sabrían que Dios tenía el control. La meta no era la cruz. La cruz es el camino hacia la meta, y la meta es la gloria de Dios.
Entonces aparecieron Elías y Moisés. Moisés representaba a aquellos que mueren y van a la gloria, y Elías representaba a aquellos que son alcanzados en el cielo sin morir. También representaban la ley y los profetas, el resumen de la revelación del Antiguo Testamento se vino a encontrar con Jesús en el Monte de la Transfiguración.
¡Es que lo que estaban viendo merecía una filmación a todo color! Justo enfrente de ellos, los discípulos vieron evidencia de una vida más allá de esta vida. Cuando ellos vieron a Moisés y Elías, ellos sabían que Moisés ya había pasado de este mundo como 1,400 años, y Elías había pasado unos 900 años antes. Y aún así allí estaban, vivos en gloria delante de ellos. Esto les dio la confianza en lo que Jesús hablaba en cuanto a la resurrección.
¿Qué hablarían con Jesús estos varones? De pronto Pedro (el mayor de los inquietos) interrumpió la conversación para hacer una oferta: “Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.”
Cuando Pedro vio a Jesús en Su gloria, él quizás dijo para si mismo: “Esto es bueno. Así es como debiera ser. Olvídate acerca del asunto de padecer, el ser rechazado y ser crucificado. Construyamos algunas enramadas para que podamos vivir de esta manera con el Jesús glorificado todo el tiempo.”
¡Ay Pedro! ¿por qué serás tan impulsivo? Pedro no sabía de lo que hablaba. ¿Alguna vez has dicho algo inconveniente porque lo dijiste sin pensar? Muy a menudo nos metemos en problemas cuando hablamos de la misma manera que Pedro, sin saber qué decir. En la vida del cristiano no todo es bendición y prosperidad, si así fuera seríamos unos engreídos creyendo que nos merecemos todo. El cristiano tiene que ser probado para madurar y depender de Dios. No Pedro, no podías quedarte en una enramada con los hombres de Dios, tenías que padecer para ser como tu Señor.
Empecé este largo devocional contándoles de la más inquieta de mis amores, tenía que llevarla conmigo a todas partes. Así me imagino que Jesús llevó consigo a sus tres discípulos porque eran, en cierto sentido como niños, que necesitaban esas experiencias en compañía del Señor para que pudiesen, algún día, cumplir la misión encomendada.
Todos en alguna forma especial hemos visto la gloria de Dios en cada etapa de nuestra vida, esa manifestación tuvo el propósito que te conviertas en un testigo del Poder de Dios. Quizá tengas que pedirle al Señor que te convierta en un discípulo “inquieto” como Pedro, para que no te quedes callado, sino que actives los dones para hacer notoria la presencia de Dios en este mundo. Mi oración es que el Señor te use con poder. Gracias por leer estos devocionales y compartirlos. Gracias por ayudarme a mantener este ministerio de amor.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
Te gustaría donar a este ministerio? Te ofrecemos las siguientes maneras. A nombre de: Betsabé Martha Vílchez Malpica DNI: 07944322
BBVA S/. 0011-0145-0200449680
CCI 011-145-000200449680-04
BBVA $ 0011-0145-0200449699
CCI 011-145-000200449699-04
Por favor, recuerda enviarnos la constancia de la operación al correo betmavil@gmail.com
Muchas gracias por ayudarme a mantener estos devocionales diarios.
Comments