"Y viniendo a la casa de su padre en Ofra, mató a sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una misma piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal, que se escondió. Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga Dios. Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros. Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano." Jueces 9:5, 7-15.
Uno de los hijos de Gedeón se llenó de ambición y decidió que sería Rey sobre Israel. Para llevar a cabo su plan Abimelec recibió un dinero de parte de la familia de su madre. Le dieron un “dinero adelantado” para establecer su liderazgo. Entonces contrató hombres ociosos y vagabundos para matar a sus hermanos, asegurándose así de que no hubiera jamás alguien que retara su liderazgo. ¿Se dan cuenta que esta historia tiene todos los ingredientes de corrupción que hoy vemos en nuestra política?
Entonces Abimelec asesinó a sus hermanos, sesenta y nueve hombres, en una piedra ceremonial. Esta descripción nos dice que la ejecución fue pública. Gedeón había empezado un ministerio obedeciendo a Dios, pero en su mayoría de edad, su testimonio y vida promiscua le trajo un heredero peor en todo sentido, más ambicioso, más egoísta y menos temeroso de Dios. ¡Qué final trágico para la familia de un hombre tan poderosamente usado por Dios, que su familia sea destruida de una manera tan cruel. ¡69 hijos asesinados!
Abimelec no tuvo ningún remordimiento para ejecutar a todos sus medio hermanos. Hoy en Perú se están disputando muchos candidatos la posibilidad de ser el próximo presidente. El deseo por tener el poder, de llegar a la cima del éxito y la arrogancia de creerse el único apto para ocupar este puesto, hace que ellos hagan cosas terribles, no saben que con esas actitudes sólo matan la confianza del pueblo. Por eso la Biblia dice: “Maldito aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo.” Jeremías 17:5.
Los asesinatos que cometió Abimelec tenían el objetivo no sólo de eliminar a los otros candidatos, Abimelec quiso sembrar miedo en toda la nación, quiso demostrar de qué cosas era capaz. y cumplió su deseo, porque aunque las exigencias de la ley de Dios exigían que se diera muerte a Abimelec por su crimen, nadie levantó la mano en su contra.
Entonces Abimelec fue coronado rey. Los de la tribu de Siquem aprobaron esto. Este era un líder impío dado a un pueblo impío, quien rechazó primero el liderazgo de Dios sobre la nación, y luego abrazaron a un hombre cruel y brutal.
Todavía quedaba un único hijo de Gedeón que no fue asesinado, su nombre era Jotam. Cuando le contaron todo lo que había hecho Abimelec, subió a la cumbre del monte de Gerizim y desde allí alzó la voz hablando a todos en parábola, era como un llanero solitario alzando su voz de protesta. Sobre todo a los de Siquem que habían nombrado rey, a un asesino.
Por favor abran la biblia y lean mejor todo el capítulo. En la parábola contada por Jotam, los árboles dignos, tales como el olivo, la higuera, y la vid no quisieron ser reyes; pero la zarza indigna acordó ser el rey. Según la zarza ella iba a “abrigar a todos bajo su sombra,” Pero la zarza era un arbusto bajito y con espinos, y no ofrecía ninguna sombra a nadie, especialmente a los altos árboles. Así son los que se publican así mismos como los líderes más inteligentes y más capaces, es triste cuando hay gente que les cree.
Pero esta zarza no sólo alardeó de poder ser la protectora de todos, sino que también amenazó: “Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.”
Jotam quiso demostrar claramente en esta ilustración de la zarza, el mal proceder de su medio hermano. Abimelec había evidenciado su personalidad necia, porque el carácter de un hombre se puede medir en cómo trata a aquellos que están en desacuerdo con él. Si su único deseo es destruir a aquellos que no están de acuerdo, entonces se parece a la zarza.
Jotam terminó de decir lo que tenía que decir y de inmediato huyó. Pero la enseñanza que trajo su parábola nos dice mucho ahora que debemos elegir quién nos gobernará.
Muchas veces se escogen a las personas incorrectas para llevar a cabo las funciones para las cuales son electas, muchas veces repito, creemos lo que nos dice una zarza que promete que será justa y equitativa. Pero finalmente no cumple su función. Siempre aparecen líderes dispuestos que prometen muchas cosas, pero sin temor a Dios, nadie dará los frutos esperados.
Dios permite que la corrupción salga a la luz, demostrando que los malos líderes sólo tenían motivaciones egoístas. Son líderes tipo zarza. Son los líderes que nunca deben ser elegidos para dirigir nada.
Oremos y tomemos en serio la responsabilidad de elegir con sabiduría.
Martha Vílchez de Bardales
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