top of page
Buscar
Foto del escritorIB La Molina

El síndrome del esclavo satisfecho

"Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres. Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno maté a mil hombres. Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy." Jueces 15: 11,15-19




Todos tenemos un testimonio delante de la gente que nos observa, la reputación como creyentes es valiosa porque es lo único que tenemos para validar nuestra comunión con Dios. Como dice Proverbios 22:1 “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.”

En lugar de ver a Sansón como su libertador, los hombres de Judá lo consideraron un alborotador. ¡Qué contraste con la relación que tuvieron con otros jueces como Débora o Samuel! Esto me hace pensar que un testimonio construido en años de servicio al prójimo, integridad en la predicación, una familia con bases espirituales firmes, se puede perder en un tropiezo.

Esto sucede cuando dejamos que la ambición de poder, la avaricia por tener riquezas, los pecados sexuales, la falta de prudencia, la deslealtad, o un carácter indomable nos hace perder el temor a Dios.

Sansón completó su venganza sin importarle para nada las consecuencias que Israel iba a sufrir en manos de los filisteos. Los israelitas ya no tenían a quien recurrir, el que se suponía debía ayudarlos se había escondido y ellos estaban muertos de miedo por los filisteos. Estaban tan asustados que tuvieron que ir donde estaba escondido Sansón en la cueva de la peña de Etam, para pedirle: ¡Ríndete!

Estos israelitas no le pidieron algo correcto a Sansón, ellos se habían acostumbrado a “estar bien” con los filisteos, se habían acomodado a sus costumbres, se habían unido a sus mujeres, y encima no les importaba que ellos los gobernaran. Era como si dijeran: “Nos gusta que los paganos nos gobiernen”

Los israelitas estaban tan acostumbrados a este mundo sin temor a Dios, que prefirieron traicionar a su propio juez (quizá usaron su mal testimonio como ocasión para despreciarlo) Este grupo traicionero entonces dijo: “Hemos venido para atarte y entregarte a los filisteos." ”Nosotros, que se supone que somos tus amigos, hemos venido para entregarte a los filisteos.

Creo que una de las cosas más dolorosas que he sufrido en mi larga vida cristiana es la deslealtad de quienes pensé que eran mis amigos. Pero claro que me he preguntado qué hice para merecer el desprecio, sin embargo, aún pesando las faltas, el dolor por la deslealtad es algo muy triste.

Me imagino a Sansón escondido en esa cueva, lo veo arrepentido por su falta de haber escogido a la mujer incorrecta, supongo que habrá estado meditando en las consecuencias de cada mala decisión, y de pronto llegan sus compatriotas, 3,000 en total vinieron con sogas, traen palos y amenazas, este es un cuadro trágico del nivel espiritual de toda la nación de Israel. No querían ser liberados porque tenían demasiado miedo para luchar.

Tenían miedo de los incrédulos, intimidados por lo que los incrédulos podrían hacerles. Así que simplemente dijeron: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? o “Nosotros estamos bien con ellos”, "Se supone que esta medida que tomamos es la mejor Sansón, nosotros los preferimos a ellos que a ti”. “Tienes que entender que no hay otra forma de asumir este problema, mira Sansón, esto no es bueno, pero no hay nada que hacer”

“Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis. Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña."

Creo que Sansón sopesó muy bien antes de reaccionar contra todos sus hermanos de Judá, quizá si ignoraba su sugerencia, los filisteos ocasionarían una mayor pérdida de vidas para Israel, así que de una forma heroica se dejó atar, se rindió de buena gana, si se hubiera defendido tendría que haber luchado contra sus propia gente.

“Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.”

En medio de tantos errores, Sansón demostró en esta ocasión difícil, que tuvo fe en Dios. Amarrado y entregado como un débil, mostró una gran confianza que Dios cuidaría de Él. Y en efecto cuando el Espíritu de Jehová vino sobre él, cogió la quijada de un burro y solito, acabó con mil filisteos.

Sansón fue único entre los Jueces debido a que él sólo era el “ejército de un solo hombre” en contra de los Filisteos. Otros Jueces de Israel dirigieron ejércitos en contra de sus enemigos, pero Sansón peleó solo. ¿Se imaginan cuántas hazañas más hubiera logrado si guardaba su testimonio? Pero me encanta pensar que Dios vio su sinceridad, y le dio fuerzas para acabar con todo las consecuencias de sus faltas. Así el Señor restituye cuando nos ponemos a cuentas con Él.

Con amor

Martha Vílchez de Bardales


153 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Semana Santa

ความคิดเห็น


bottom of page