“El temor del Señor es un baluarte seguro que sirve de refugio a los hijos.” Proverbios 14:26
Mis hermanos mayores me suelen contar sus experiencias con mi abuela. Ella murió cuando era una niña muy pequeña, así que no tuve la alegría de oír sus consejos. Aún así trato de imaginarla haciendo lo que más le gustaba, bordando sábanas, cocinando o brindando lecciones a su único yerno (mi papá) o a mis siete hermanos varones.
Lo más hermoso que me contaron mis hermanos tuvo que ver con las enseñanzas que ella solía dar en cuanto a tener “temor a Dios''. El temor a Dios es el sentimiento reverencial y respetuoso que se debe tener a Dios.
Cuando pensamos en temor, de inmediato lo relacionamos con el miedo, pero el miedo y temor son diferentes, cuando hablamos del miedo, este se refiere a la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Cuando eres una persona que sufre de miedo, no tienes confianza en nadie, e incluso dudas de ti mismo (por eso aparecen enfermedades, baja autoestima, celos y depresión). El miedo produce una sensación desagradable, perturba el ánimo y provoca incluso depresión. El miedo es muy diferente al temor a Dios.
Mientras el miedo me quita la seguridad en todos y en todo, el temor a Dios me provoca darle honor, reverencia, obediencia, y completa adoración. He aprendido en mis años como cristiana que cuando temes a Dios, dejas de tener miedo a todo lo que te rodea y empiezas a confiar plenamente en su grandeza y amor.
Fue una bendición maravillosa que una mujer y madre, fue usada por Dios para sembrar esas primeras semillas en mis hermanos mayores, porque esos hombres también sembraron esas mismas semillas en sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos: El Temor del Señor es una fuente de mucho bien.
“En el temor del Señor está la confianza fuerte; y sus hijos tendrán un lugar de refugio” Proverbios 14:26
¿Quieren conocer los beneficios que da el tener temor a Dios?
Adquieres una plena confianza. Salmo 112:1 “Dichoso el que teme a Dios, el que halla deleite en sus mandamientos”
Adquieres valentía. “No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.” Génesis 46:3
Adquieres discernimiento para no pecar. “Dios ha venido a ponerlos a prueba, para que sientan temor de él y no pequen”. Éxodo 20:20
Adquieres gratitud. “Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente.” Hebreos 12:28
Adquieres seguridad. Dios se vuelve en nuestro “lugar de refugio”, por eso no hay calamidad que no tenga un propósito divino. “El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas.” Proverbios 19:23
Adquieres protección de los ataques de Satanás. Cada día el enemigo se levanta para hostigarnos al máximo para destruirnos (1 Pedro 5:8) Pero si el temor a Dios es nuestra guía, tenemos una fortaleza inexpugnable, una torre fuerte y protección segura. Proverbios 18:10.
No tendrás miedo a la muerte. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? 1 Corintios 15:55 Los que confían en la palabra y guardan temerosos los mandamientos saben que pueden partir a la Presencia de Dios sin miedo.
No tendrás miedo a las consecuencias de tus pecados. En el mismísimo tribunal del juicio se pueden parar los discípulos temerosos de Dios, porque las maldiciones del enemigo no podrán acusarlos ni herirlos. “Aquel que los redimió de su maldición, hecho él mismo maldición por ellos Gálatas 3:13 Romanos 8:1 “para ellos no queda nada más que felicidad ilimitada y eterna”
A pocos días de celebrar el día de la madre, comparto estas enseñanzas sobre el temor a Dios porque Dios nos ha dado la responsabilidad de sembrar este don en la mente y el corazón de nuestros hijos.
“Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben ustedes a nuestro Dios, todos sus siervos, grandes y pequeños, que con reverente temor le sirven! Apocalipsis 19:5
Feliz día queridas madres, sigamos sembrando semillas de sabiduría en la vida de nuestros amados, porque llegará el día en que toda tu descendencia estará en el altar de Dios adorando al Señor por la eternidad.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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