“Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” 1 Samuel 7:12
Escucho y leo por todas partes que este año ha sido muy difícil para la mayoría de personas, por ejemplo leí el comentario de un escritor que acababa el 2021 con el último aliento de resignación que le quedaba, otra persona dijo algo parecido, ella se lamentaba por haber perdido varios seres queridos y aunque la vida había sido tan injusta, todavía encontraba un poco de fuerzas para continuar.
En cuanto a la situación de mi nación, los comentarios son de decepción, indignación y mucha rabia porque el gobierno que nos ha tocado no es lo que se esperaba, así que los comentarios son suspiros de esperanza que en el 2022 ya no tengamos el mismo gobierno, el mismo presidente, la misma economía, en fin, por todos lados escucho quejas y deseos que todo acabe, como si todo hubiera sido maldición y castigo, ¡Que difícil es hallar un poco de gratitud y esperanza en el corazón de las personas sin fe en Dios!
Este hermoso acto de Samuel colocando una piedra de recordatorio está graficado en la Biblia para que analicemos el contexto en el cual fue hecho y aprendamos lecciones de lo que significa, ser agradecido.
Samuel sabía que la nación necesitaría recordar la asombrosa victoria que Dios les dio a Israel, esta pequeña nación, con la ayuda de Dios, logró una victoria sorprendente, la batalla ganada fue obra de Jehová y no de los israelitas, esto era algo que debía quedar sellado en el recuerdo de cada individuo: así que llamó a la piedra Eben-ezer, que significa “piedra de ayuda.”
La mayoría de nosotros tiende a olvidar las cosas buenas que recibe cada día, al contrario, nuestros sentidos parecen esponjas que absorben todas las calamidades, si nos faltó dinero, sino pudimos ser ascendidos, sino nos tendieron la mano, si nos enfermamos y nadie nos ayudó, si sólo recibimos desaires y desprecio.
Todos los cristianos deberíamos mirar hacia los doce meses del 2021 y decir Gracias Señor, Ebenezer, hasta aquí nos ayudaste.
La declaración de Samuel "Hasta aquí nos ayudó el Señor" convirtió esa piedra en un símbolo de recuerdos, una representación de recuerdos, que miraba hacia el pasado. Era también una piedra de reconocimiento, una piedra para el presente. Y por otra parte era una piedra de revelación, y una piedra para el futuro.
Hermanos amados, cada dificultad que hayas pasado, cada pérdida y dolor, trajeron consuelo divino, enseñanza y madurez, como dijo el apóstol Pablo, en Filipenses 1:6 "estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".
¿Crees que en algún mes del año que acaba, Dios no estuvo contigo?
¿Te imaginaste al Señor tan ocupado que no quiso atender a tus pedidos?
¿Te atreves a declarar que Dios no te ayudó hasta aquí?
Estoy segura que aún si no te atreves a decirlo en voz alta, muy dentro de tu corazón sabes que "Hasta aquí nos ayudó el Señor".
Reconocer la mano de Dios guiando tus pasos, ver con fe cómo actuó a tu favor cuando ya no tenías solución, admitir que saliste airoso de la enfermedad porque él estuvo todo el tiempo curando tus heridas, rememorar los milagros de provisión, las amistades fieles que puso en tu camino cuando estabas sólo, evocar las promesas que vinieron a tu mente y corazón justo cuando ya no tenías esperanza…tantas formas que Dios usó para manifestar su Presencia Real y palpable en tu vida, ¿Te das cuenta que también puedes declarar? ¡Ebenezer, hasta aquí nos ayudó Jehová!
La piedra que Samuel colocó como recordatorio no sólo era una piedra de gratitud, sino también de revelación. No solamente significaba "hasta aquí", sino también "de aquí en adelante". Así como el salmista David, en el Salmo 23:1, dijo: "El Señor es mi pastor" y después, mirando al futuro añadió: "nada me faltará".
Así espero que levantes los ojos y mirando con fe el nuevo año le des al Señor toda tu gratitud y confianza.
Con amor te deseo Feliz año nuevo con Cristo. Ebenezer.
Martha Vílchez de Bardales
PD. Con este devocional acabo el 2021 con tanta gratitud que sale por mis poros, gracias a Dios por hacerme comprender su Palabra, amarla con todo mi corazón y darme la pasión para escribir y compartirla con muchos. Gracias por ser parte de este ministerio, leyendo, compartiendo y ofrendando. Con mucho amor, Martha.
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