“La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.” Proverbios 19:11
Las discusiones que se hacen interminables son en su mayoría provocadas y también prolongadas porque los contendientes insisten en tener la razón. Es muy común que dos cónyuges se pongan tercos porque ambos exigen que su pareja vea las cosas como él o ella lo ve. Este texto nos enseña a ser amables y perdonadores con los que quieren insistir en una riña que se vuelve improductiva cuando se da lugar a la ira.
La ira de una persona opresiva es como el rugido de un león, porque con ese grito quiere callar a todo aquel que le quiera dar razones que, por supuesto, no considera en lo absoluto. La ira trae destrucción en todas las relaciones humanas.
El rugido del león no es un sonido vacío, porque todos los que lo escuchan saben que la bestia salvaje puede hacer más que rugir, este animal puede desgarrar a la desafortunada víctima de su ira. De igual forma hay personas cuya ira es potente para hacer daño.
“La ira del rey es como el rugido de un león; su bondad es como el rocío sobre la hierba.” Proverbios 19:12
Salomón quien fue el autor de esta cita, fue un rey que tuvo conciencia que como soberano podía imponer su voluntad a cualquier costo, sin embargo alabó a la persona capaz de gobernar su espíritu y que puede pasar por alto una transgresión, especialmente si ese hombre tiene un gran poder en su mano para castigar al ofensor.
Ahora imaginen si un hombre o mujer puede dominar la cólera y perdonar a un ofensor, es mucho más valioso que lo haga un rey, porque con el poder que tiene puede hacer lo que quiere sin que nadie lo corrija.
Creo que Salomón también quiso referirse al Rey de reyes, al Creador del Universo, al Iniciador de la vida de todos los hombres. La Gloria de Dios se muestra en su misericordia y perdón a todo ser viviente.
Él es Generoso y Amplio en perdonar.
David experimentó el ser perdonado por Dios. "Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre. Salmo 79:9
Moisés le rogó a Dios que le mostrara su gloria: “Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.” Éxodo 19:18. Y entonces el Señor respondió: “Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.” Éxodo 33:19
Así es nuestro Padre, nos ayuda cuando caemos por la Gloria de su Nombre, tiene misericordia por la Gloria de su Nombre, es Clemente y perdona al que se arrepiente por la Gloria de su Nombre, y cubre con amor y sana porque su Nombre es Glorificado. Por lo tanto, si tienes ira, que sea contra el pecado, esa es la única ira legítima, el pecado, y no tu prójimo.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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