“Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” Judas 24-25.
La promesa de la Palabra de Dios reanima mi alma. Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también hacernos entrar a su presencia gloriosa con gran alegría y sin falta alguna.
Dios el Padre continua siendo capaz de actuar con gran poder en este mundo de maldad.
Dios puede cuidarnos para que no hagamos el mal, y también tiene poder para que todos los hijos de Dios puedan presentarse ante él sin pecado. Se presenten ante él llenos de alegría, limpios y sin mancha, como un vestido nuevo.
La promesa de “guardaros sin caída” tiene la imagen de pies asegurados, como una madre amorosa que cuida a su niño cuando recién empieza a caminar: “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. Salmo 121:3.
Judas describe así el cuidado de Dios a los creyentes fieles. Pero su misericordia alcanza a aquellos que tropezaron, a ellos, Dios los estabiliza y los vuelve a encaminar en su perfecta voluntad: “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. II Pedro 1:10.
Judas cierra la carta con una doxología final y una breve declaración de alabanza a Dios. La doxología de Judas nos recuerda el cuidado de Dios y nuestro destino eterno. No tenemos que caer en desesperación. Él cuida de nosotros.
¿Quién es capaz de guardarnos sin caída, y de presentarnos sin mancha?
Si nos mantenemos conectados con Dios, cada Palabra que leemos en la Biblia, en el devocional diario, cada oración que elevas al cielo con gratitud y adoración, cada vez que compartes tu fe con amor a otros, cada vez que eres un fiel mayordomo y siervo de Dios, no podrás caer. Él nos mantiene a salvo.
“Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por su buena voluntad.” Filipenses 2:12-13.
Mantenernos espiritualmente seguros es la obra de Dios. Pero nuestra parte es ocuparnos en la salvación que hemos recibido, esto no significa que las buenas obras te salven, sino que Dios nos llama a hacer una alianza con Él.
Todos los creyentes somos declarados posicionalmente y de forma especial como "rectos," "justos," "libres de culpa," por la obra de Cristo. Teniendo esta salvación por gracia ahora debemos mantener nuestra posición como dice en 1 Juan 1:7. "pero si andamos en luz, como él está en luz" Tenemos comunión con el Padre.
Dios quiere un pueblo que refleje Su carácter, como Su Hijo hizo. Estamos llamados a nada menos que la santidad, La santidad de Dios, no solamente legalmente, ¡sino en la vida diaria!
En estos días de enfermedad y angustia, los hijos de Dios necesitamos dar gloria al nombre del Señor Jesucristo, y mantenernos activos ante este mundo que está extraviado y en oscuridad.
Judas es un libro lleno de advertencias para la iglesia, pero se cierra con una promesa de suprema confianza en Dios. En estos tiempos peligrosos debemos confiar en Un Dios Poderoso y lleno de Misericordia.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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