El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo. En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:9,17
Las amistades parecen haberse multiplicado por las redes sociales, ¿será verdad esta maravilla? Algunos creen tener cientos o miles de amigos, pero en realidad no hay un vínculo personal ni una relación que ha pasado las pruebas que deben sustentar una verdadera amistad.
Yo también tengo muchos conocidos en las redes sociales, desde compañeros del colegio, del seminario, de iglesias que trabajamos, de lugares que hemos visitado para enseñar o predicar, en fin de todas partes y de todas las épocas de nuestra vida. Pero la amistad es un regalo que Jesús definió como un mandamiento de amor:
“Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”
A Jesús realmente le importaba que sus discípulos se amaran unos a otros, y que lo hicieran de acuerdo a la medida y calidad de su amor por ellos. La amistad verdadera se alimenta y cuida, creo que no puede haber verdadera amistad sin Cristo como el sello de esa valiosa relación. Si no fuera por el Señor creo que no podríamos cumplir con las reglas que toda relación sana debe tener.
La cita que hoy meditamos dice que el amigo debe cubrir la falta de su compañero. Esto fue demostrado también cuando Jesús dijo: “Amaos unos a otros como yo os he amado”. No hay manera más eficaz de promover el amor de Dios que perdonando una ofensa, y al mismo tiempo esforzándome por hacer volver al infractor del error de su camino.
“Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.” Lucas 7:47
Este texto es una verdadera revelación para mí porque revela el perdón en toda su maravillosa extensión, cuando Jesús permitió que la mujer pecadora le lavara los pies, a pesar de las críticas de Pedro que se sintió muy fastidiado que alguien tan descalificado lo tocara, el Señor no estaba viendo los pecados de ella, Pedro sí, por eso creo que el Señor reprendió a Pedro: ¿Simón no ves a esta mujer?, ¿No ves su amor, su arrepentimiento o su devoción? Eso es lo que yo veo”.
Simón el fariseo no vio a la mujer como era (una pecadora humilde buscando perdón y derramando su amor por Jesús) porque él la miraba como ella había sido (una pecadora notoria). Pero esta mujer luego sería un seguidora del Maestro y también, una del grupo de sus amigos. Para tener amigos que duren toda la vida, debemos borrar su pasado y liberarnos de todo prejuicio que resulta de nuestro conocimiento de ese pasado. Eso es exactamente lo que hace el Señor. Y lo hace, con justicia. Este es el gran poder que une a Dios a los hombres y mujeres perdonados por los pecados: habiendo sido perdonados mucho, aman mucho.
A veces los amigos se alejan porque consideran que has cometido demasiado errores, ellos creen que la lejanía borra la amistad, pero la verdad es que cuando te alejas de alguien que llamaste “tu amigo” es porque no quieres perdonar la falta que cometió, más bien la repites en tu mente decepcionado, la repites a otros, tienes presente cada error, como si estuvieran atados a tu corazón ofendido. Esta es la peor manera de perder buenos amigos.
Toda repetición innecesaria de faltas de tus amigos, aunque sean faltas reales, entra en la categoría de chismes y escándalo, y esto es dañino y por supuesto que es pecado. Crees que estás diciendo la verdad, pero si no tiene un fin santo, se convierte en infamia. En cambio el que encubre la transgresión le da la oportunidad al amigo de cambiar y con esa actitud cristiana ambos recibirán más amor de parte de Dios para reforzar su relación amical. Un verdadero amigo te ama en todas las condiciones que estés .
En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
Un verdadero amigo no solo amará a su compañero cuando sea fácil, o cuando sea divertido, o cuando se porte como debe portarse, sino en todo momento. Un verdadero hermano (aquí se usa en un sentido más allá de la relación de sangre literal) se mostrará en un momento de adversidad. Pienso en tantos buenos amigos que fueron una verdadera bendición en mi vida, muchos están lejos, pero no dejo de llamarlos amigos amados porque sus nombres están mis oraciones de gratitud a Dios.
Para terminar debemos preguntarnos si realmente soy amigo de alguien tal como lo enseña este Proverbios; y segundo, a cuántos amigos les brindo una verdadera amistad?.
Debemos mirar siempre a nuestro Señor para seguir el mejor ejemplo en este asunto de conservar a nuestros amigos amados perdonando y buscando la reconciliación.
Con mucho amor para mis amigos:
Martha Vílchez de Bardales
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