“Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.” Rut 2:2-3
El año que pasó quizá tomaste decisiones sin pensar en todas las consecuencias que recibirás, por ejemplo: a veces tomaste un camino (sin consultar a Dios) en lugar de otro, preferiste invertir tu tiempo en algo y no obtuviste los resultados que esperabas, abandonaste una tarea espiritual porque te cansaste o tenías otras prioridades, pusiste excusas para no ser fiel a Dios porque tenías otras necesidades, etc.
La verdad que pocos quieren reconocer es que somos responsables de tomar malas decisiones sin la guía y la sabiduría de Dios y por lo tanto las consecuencias nos siguen acompañando con peores cargas. “Si eres sabio, lo eres para tu propio bienestar; pero si eres arrogante, sólo tú sufrirás las consecuencias.” Proverbios 9:12.
Todo lo contrario fue Rut, ella tomó decisiones trascendentales porque no pensó en su beneficio personal (no fue egoísta) sino que sacrificó su juventud y energía para cuidar de Noemí (espigando en el campo para darle alimento) y el resultado fue bendición tras bendición.
Parecía tener poca importancia qué campo iba a elegir esta joven viuda, ella no eligió el terreno de Booz con premeditación y bajas intenciones, creo que en su corazón sólo estaba cuidar de Noemí y la sorpresa del trato que recibió fue porque Dios estaba trabajando su voluntad perfecta en una mujer virtuosa.
Lo mismo ocurre cuando hacemos las cosas con amor y por amor a Dios, si vas a un lugar con el fin de dar testimonio de Dios, Él abre los sentidos espirituales para convencer a tus oyentes de su necesidad de salvación, si haces nuevos amigos y tu anhelo es que ellos sean bendecidos con tus alegrías y enseñanzas, Dios se encarga de hacer crecer ese amor fraternal, si trabajas no por el dinero sino pensando en retribuir con gratitud al Señor todo lo que él te da, entonces la ventana de los cielos se abrirá y lloverá todo lo que necesitas y aún más.
La elección de Rut determinó su matrimonio, su riqueza, su felicidad y la de su suegra, su unión con Israel, su maternidad, su posición como antepasada de David y de Cristo. En causas tan aparentemente insignificantes se originaron las cuestiones más trascendentales.
Al terminar el 2023 miro todo lo que vi y recibí y concluyo que en efecto, no hay nada mejor que elegir dar el primer lugar al Señor porque Él se mueve y actúa en favor de quienes lo aman y le sirven.
Por eso este año 2024 te animo mi hermano, mi amada hermana, no consideres nada insignificante, todo lo que hacemos debe ser hecho como para Dios. Busca y sigue las indicaciones de la Palabra, no te guíes sólo por tu experiencia, busca la sabiduría de Dios y finalmente ¡Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas!"
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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