"En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe, unos se traicionarán y se odiarán. Habrá tanta maldad, que el amor de muchos se enfriará". Mateo 24:10,12.
Hay muchas parejas que se refieren a sus años de matrimonio como una suma de quejas, desilusiones y maltratos, es como si hubieran perdido el amor que una vez prometieron hacer crecer. Pero los matrimonios necesitan saber que las fallas en la relación no deben hacer restar el amor que los unió como pareja, al contrario, cada error debe llevarlos a crecer en tolerancia, perdón y por supuesto más amor.
Una de las enfermedades más venenosas de los últimos tiempos serán las almas frías, dice el autor de Mateo: “En los últimos tiempos, cuando la maldad se haya multiplicado en el mundo, el amor de muchos se enfriará.” Para mí esto tiene una importancia de niveles urgentes. Es el termómetro que mide si estoy aún viva o muerta. Fría o caliente. ¿Cómo puedo saber si mi amor se está enfriando al nivel de congelamiento?
Cuando alguien tiene frío el sentimiento del amor, pierde emoción, voluntad sinceridad hacia su pareja, se vuelve egoísta y empieza a darle más importancia a las cosas como el dinero, la apariencia y la satisfacción en todas las áreas.
Es bueno meditar siempre en el nivel de amor que estamos dando, ¿Cuánto amas?:
Si soy hijo y soy incapaz de obedecer y honrar a mis padres y de lo contrario me revelo continuamente, entonces no amo.
Si soy amiga y soy incapaz de ayudar a mi compañera, entonces soy egoísta y sólo me amo a mi misma.
Si soy esposo y no puedo ver mis defectos y hago gala de los errores de mi pareja, entonces sólo usas a tu pareja y no la amas.
Si soy esposa y guardo en mi corazón resentimiento y no abro mi boca para decir "te perdono" entonces no amas.
Si sacas la cuenta de todo lo que haces esperando aplausos y que te agradezcan, no amas.
Si eres un creyente que congregas muy de vez en cuando, pero sin compromiso ni deseos de servir entonces no amas apasionadamente al Señor.
Los hijos son la herencia de Jehová, el Señor dice que son como saetas en manos de valiente. Es un mandato el honrar a los padres con amor y gratitud. Los amigos están representados en la Biblia como una unión tan fuerte como la relación de hermanos carnales. La esposa fue creada para amar, cubrir las faltas una vez perdonadas y no guardar resentimiento y duda. Su razón de ser es tener intimidad con su amado. El esposo fue creado para cuidar de su esposa, para ayudarla a convertirse en una persona completa y feliz, lo que significa no usarla ni exigir con dureza. El verdadero amor no se enfría, no importa cuántos años hayan pasado, el amor de todos ellos debe seguir en aumento y compromiso.
¿Tu amor se ha enfriado? ¿Crees que los que te rodean no merecen tu auténtico amor porque te han fallado? Recapacita, no es simplemente que ames poco, estas a un paso del resentimiento, deslealtad, traición y finalmente, odio. No te conformes con ese sentimiento tibio y vacío. Los que pertenecen a la familia de Dios saben dar y expresar el amor que viene de Dios, ama a través de Cristo, busca la comunión y renueva el tiempo a solas con tu Señor, él se encargará de llenarte de su amor puro y santo. Mira a tus padres honrándolos, eso es amor de Dios, mira a tu amigo con tolerancia, eso es amor que cubre faltas, no te enojes con tu esposo, él es muy diferente a ti, míralo como Dios lo mira y cree que todavía puede seguir siendo transformado, eso es amor.
Con amor:
Martha Vílchez de Bardales
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