"Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa. El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra. " Proverbios 21:20-21
El sabio guarda las provisiones, pero el necio las desperdicia. Valiosos tesoros y perfumes en la casa del sabio, pero el necio los dilapida. Estos textos demuestran que una persona temerosa de Dios alcanza la sabiduría, pero también con ella, pueden venir bendiciones materiales, por eso dice el verso: “tesoros preciosos y aceite habrán en la morada del sabio”.
Cuando pensamos en nuestra casa, la morada que nos alberga, el hogar donde vivimos con nuestros amados, surgen sentimientos hermosos porque es el lugar donde queremos pasar la mayor parte del tiempo. Creo que fue Dios quien nos hizo así, personas que amamos estar unidos a la familia.
Así fue el primer hogar establecido por Dios, y fue su designio para la humanidad. Cuando Dios hizo a Adán y a Eva y los unió en santo matrimonio mandándoles a fructificar y multiplicar y henchir la tierra, Él instituyó la primera familia y el primer hogar.
Entonces el hogar no es meramente un sitio donde comemos y dormimos, sino la feliz morada donde el amor, el descanso, la paz, y la unión familiar nos hace sentir amados y completos. No es la hermosa casa, ni los muebles bonitos lo que hace al hogar. Es la felicidad, el afecto, y tierno cuidado hallados en el santuario del círculo doméstico concedido por Dios.
Ya que en el hogar encontramos todo lo que necesitamos para sentirnos felices, Dios añade algo más, también en tu casa puede haber tesoros materiales. Has leído bien, el sabio menciona “el tesoro y el aceite”. Estos dos tenían un valor significativo en la cultura hebrea. El aceite era un bien muy apreciado, utilizado para cocinar, para la medicina, y para rituales religiosos. Y el tesoro generalmente se refería a las riquezas materiales obtenidas como una bendición por ser sabios.
Lo que nos enseña estos versos es que eres sabio cuando tienes una relación íntima y diaria con Dios, pero también, si sabes ahorrar los tesoros y el aceite que Dios te da serás prosperado y esta bendición alcanzará para todos los tuyos.
Dios bendice la morada del Justo, pero este "cabeza del hogar" debe ser un administrador fiel y por lo tanto debe enseñar a su familia a economizar todo lo que Dios les da, porque siendo prudentes en la manera en que utilizamos nuestros recursos, ayudará a guardar provisión para el tiempo de la prueba. Es importante que aprendamos a administrar todo lo que Dios nos da, de manera correcta.
“Mas el hombre insensato todo lo disipa”. El hombre insensato tendrá muchos problemas para darle a su familia lo que necesita cada día. Es que cree que si le da abundancia de placeres a su familia por unas horas eso alcanzará para guardar buenos recuerdos. Este padre o madre, quizá tenga buenas intenciones al pensar que darle felicidad a los suyos compensa la cartera vacía, pero la abundancia de placeres, que duran sólo poco tiempo, no es la forma correcta de alegrar a los suyos, ni tampoco la forma en que alcanzará la bendición de Jehová. El que gasta pronto lo que tiene en lugar de tener dinero al final del mes, parecerá que el mes tiene más semanas porque ya no hay dinero, ni siquiera para lo más urgente.
"La herencia del bueno alcanzará a los hijos de sus hijos, pero la riqueza del pecador está guardada para el justo." Proverbios 13:22
Salomón escribió: “Los hombres fuertes retienen las riquezas” Proverbios 11:16 . Se necesita un carácter fuerte y un celo diligente para generar ingresos en una profesión o negocio. Pero se necesita más fuerza para resistir el gasto y ahorrar algunos ingresos. ¡El ahorro es una medida del carácter de una persona prudente!
El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra. Cada vida está en un camino, y aquí el camino es la justicia y la misericordia. Este es el camino de la sabiduría, el camino de Dios para aquellos que escuchan y se rinden a Él. El camino de la justicia y la misericordia no es fácil y a menudo es objeto de oposición y burla. Sin embargo, es recompensado con riqueza de vida, rectitud y honor.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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