Acontecimientos del fin del mundo

"Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó." Daniel 8:9-12

En esta visión de Daniel podemos notar la profecía que tiene que ver con Antíoco Epífanes, quien fue rey de Siria. Fue un cruel gobernante que invadió y saqueó Jerusalén. Asesinó a los gobernantes y persiguió al pueblo de Israel “y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó”. Según el Libro de los Macabeos, Antíoco promulgó varias ordenanzas de tipo religioso por ejemplo:

1. Trató de suprimir el culto a Yahveh, prohibió el judaísmo suspendiendo toda clase de manifestación religiosa, mandó que se comieran alimentos considerados impuros y trató de establecer el culto a los dioses griegos.

2. Blasfemó en contra de Dios y ordenó una adoración idólatra dirigida hacia él “Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos”. Daniel 8:11.

3. Detuvo los sacrificios del templo en Jerusalén, “por él fue quitado el continuo sacrificio” Daniel 8:11.

4. Profanó el templo, ordenó a sus generales que se apoderaran de Jerusalén en el Día de Reposo. Allí él puso un ídolo de Zeus y profanó el altar al ofrendar un cerdo, y al rociar los jugos del cerdo en el santuario, “el lugar de su santuario fue echado por tierra” Daniel 8:11.

5. Se opuso a Dios y pareció prosperar, hizo cuanto quiso, y prosperó.

6. Quería que el pueblo de Dios se sometiera a la cultura y costumbres Griegas, y estaba más que dispuesto a utilizar asesinatos y violencia para obligarlos a hacerlo.

Pero el sacerdote judío Matatías y sus dos hijos llamados Macabeos consiguieron levantar a la población en su contra y lo expulsaron. La fiesta judía de Janucá conmemora este hecho.

Antíoco Epífanes es a veces llamado el “Anticristo del Antiguo Testamento” y es figura de cómo será el Anticristo en los últimos tiempos. De la misma manera que Antíoco Epífanes se levantó hacia el poder con fuerza e intriga, así también lo hará el Anticristo. De la manera que él persiguió a los Judíos, así también el Anticristo. Así como detuvo el sacrificio y profanó el templo, así también el Anticristo. Así como pareció ser un éxito rotundo, así también el Anticristo. De lo que Antíoco hizo con los Judíos en sus días, por lo tanto, podemos ver el patrón general de lo que el Anticristo hará en el futuro.

Este mal gobernante es un tibio ejemplo de lo que será el que será levantado para traer dolor y confusión en los últimos tiempos. Será un perfecto mentiroso, un engañador arrogante, que destruirá a muchos y dividirá aún a los justos, se levantará contra el Príncipe de los príncipes y se creerá vencedor.

Durante muchas etapas de la historia, pareciera que el Anticristo se hizo presente por la maldad que se ejerció sobre las naciones, pero todavía no ha venido, así que ellos fueron sólo un adelanto del peor que vendrá a traer dolor y guerra, ¿Qué debemos hacer los cristianos ante esta realidad?

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Mateo 24:14

Cuando era niña aprendí a hacer mi devocional personal, leía un libro, capítulo por capítulo, hasta terminarlo y en mi cuaderno quedaban grabadas las enseñanzas, pero sobre todo, las más profundas, en mi corazón. Sin embargo lo que se aprende de Dios no debe quedar sólo en un cuaderno o en una sola persona, debe ser predicado, debe ser proclamado, debe ser un testimonio que se repita de persona a persona, de corazón a corazón. Esta es una breve explicación de por qué me afano en escribir el devocional diario a muchos amigos, no sé si todos lo leen, pero mi oración ferviente es que abran esta meditación con su Biblia y Dios les revele su voluntad.

El libro de Daniel está lleno de profecías que anuncian el fin del mundo ¿Estamos viviendo los últimos tiempos? hay muchas señales, pero el tiempo preciso sólo Dios lo sabe, entonces nosotros, seamos cartas abiertas, leamos la Biblia, meditemos en ella, compartamos la fe con todos, que nadie perezca sin conocer a Jesucristo.

Martha Vílchez de Bardales