"Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle. Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil. Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá." Jueces 7:1-4
Hace poco escribí esta historia de Gedeón y sus valientes para los niños de la iglesia. Las hazañas hechas en el nombre de Dios, traen lecciones que quedan grabadas en los corazones de los niños. Por eso es tan importante que desde pequeños se les enseñe a leer y meditar todos los días en la Biblia.
Gedeón recibió el encargo divino y puso manos a la obra, juntó un gran ejército de 32,000 hombres, sin embargo parece que para el Señor ese número no significaba 32,000 valientes, así que le pidió a Gedeón que invitara a todos aquellos que tenían miedo que se fueran a casa. Esta debió ser una gran prueba para la fe de Gedeón. Quizá le había costado trabajo juntar a estos soldados dispuestos a enfrentar a los madianitas, pero Dios no quería un gran número, el Señor buscaba algo más. Bastó que preguntara quiénes tenían miedo para que 22,000 mil dieran un paso atrás. Pienso en los esfuerzos y a veces la jactancia de algunos cuando quieren alcanzar a ser una congregación de miles, con esta enseñanza de Gedeón hay mucho que aprender.
Gedeón probablemente se sorprendió cuando vio esta realidad, al parecer el inmenso ejército sólo era un número grande, pero no estaban comprometidos. Eran hombres que tenían miedo pelear, no eran tan valientes como parecían. Parece que Gedeón les mostró desde un lugar estratégico a los 135,000 soldados de Madián, y ellos se llenaron de miedo. Pero 10,000 se quedaron. Sólo 10,000 contra 135,000. Dios a veces reduce nuestros recursos para que podamos depender completamente de Él.
¿Alguna vez te has quedado sólo con lo indispensable? Cuando ocurre que el fin de mes se hace largo y las provisiones se acaban, puedes decir: "Tenemos esto y todas las promesas de Dios". Esa es la fe que ve lo invisible, la fe que ve lo eterno y es la fe y la esperanza lo que sostiene al creyente que agrada a Dios.
Dios quería darle la victoria a Israel para enseñarle a confiar en Él y que sean agradecidos. En la vida cristiana, las victorias que obtenemos, jamás son resultado de nuestra capacidad. Seguramente Gedeón conocía las historias del ejército de 10.000 de Barak y cómo Dios las había usado para derrotar a las fuerzas invencibles de Sísara. Así que Gedeón debió razonar: "Si 10,000 son lo suficientemente buenos para Barak, entonces 10,000 son lo suficientemente para mí".
Pero Dios tenía otra prueba para Gedeón, seguramente porque todavía este juez confiaba demasiado en la fortaleza del hombre. Ahora el Señor redujo a los 10.000 en sólo 300 valientes.
Podemos entender que Dios eliminó a los que tenían miedo, pero también a aquellos que pensaron primero en la conveniencia, en la manera más fácil de alcanzar la victoria. Sin embargo Dios quiere que además de valientes, seamos discípulos dispuestos al sacrificio, no gente que busca la comodidad en todo antes de dar con sacrificio.
Por ejemplo: "voy a servir en algún ministerio, pero debe acomodarse a mi horario", o "voy a participar en la intercesión pero debe ser a la hora que puedo y cuando termine de hacer mis prioridades", o "voy a ofrendar cuando primero satisfaga mis deseos".
Hoy estamos enfrentando una batalla contra el miedo, el egoísmo, la corrupción, las leyes humanas que buscan su conveniencia, Hoy estamos enfrentando una batalla contra el enemigo de Dios y se necesitan cristianos que no tengan miedo, cristianos que miran la necesidad de su prójimo sin Dios, se necesita un remanente de creyentes comprometidos con la iglesia de Cristo. Un pueblo que no está centrado en si mismo y en sus bendiciones sino en servir al Señor porque los días son malos.
¿Te gustaría formar parte de aquellos 300 valientes que lucharon con Dios como capitán?
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
P.D. Por favor perdonen porque el día de ayer la página web estuvo cerrada, tuvimos algunos problemas, pero ya fueron solucionados con la ayuda del Señor. Gracias muchas gracias a todos los que me escribieron reclamando su devocional diario. Los amo en el Señor.
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