2020: El año de la Buena Voluntad

Ayer leí que se ha detenido a 2.090 personas en el país y eso suma a más de 33 mil personas que no acataron la cuarentena durante el estado de emergencia. Los que encabezan la lista de detenidos es Lima, luego continúa La Libertad, sigue Piura y continúa Loreto.

La pandemia y el confinamiento por el coronavirus que causa el COVID-19 altera el ánimo de cualquiera, pero parece que para algunos se vuelve algo intolerante y por eso su desesperación por salir de su casa.

Hoy le pregunté al Señor cómo ayudar a quienes se sienten deprimidos por este encierro involuntario y abriendo mi Biblia me mostró este texto hermoso que leyó Jesús en la sinagoga de Nazaret, en Lucas 4:16-22 está descrito como abrió el rollo en Isaías 61 y leyó desde el principio de este capítulo hasta la mitad del capítulo 2. Cuando terminó, se sentó, y simplemente dijo que ese día la escritura se había cumplido. Jesús es la persona descrita en Isaías 61:1-3, Él es el que ayuda a los abatidos, venda las heridas de los quebrantados de corazón, liberta a los cautivos, consuela a los enlutados y cambia la tristeza en alegría.

Recién me di cuenta de la primera parte de este verso, dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová”. Como sabemos en el antiguo testamento, eran ungidos literalmente con aceite sacerdotes, reyes, y todos los ordenados para el servicio al Señor, esta unción era la señal del Espíritu Santo, necesaria para efectuar el trabajo asignado.

Jesús pronunció esta parte declarando que la presencia del Espíritu estaba sobre él y estaba preparado para empezar la misión de redención. Como cristianos también hemos recibido la unción espiritual en el momento del nuevo nacimiento, pero es la unción que necesitamos renovar para sentirnos bendecidos y dispuestos a seguir cumpliendo la misión, a pesar de estar en cuarentena.

Hermanos amados, la realidad que vemos cada día empeora y empeora, es verdad que pareciera que es muy poco lo que podemos hacer. El encierro no ayuda a visitar a los enfermos, alentar a los débiles, abrazar a los enlutados, pero la Palabra de Dios no está presa, y así como Jesús vino para sanar el daño que el pecado había traído a la humanidad, debemos retomar la misión del evangelio porque este es el año de la Buena voluntad del Señor.

Como cristianos, seamos conscientes que el pecado ha hecho un gran daño, así que es igualmente necesario un gran trabajo de predicación de las buenas nuevas de libertad en Cristo Jesús.

El pecado ha llevado a la humanidad a esta condición, gente encerrada, multitudes empobrecidas, quebrantados de ánimo, presos en rebelión, a ellos debemos decirles que este año, no es el año del Covid19, sino el año de la Buena Voluntad de Jehová.

Tenemos que decir que Cristo puede dar esperanza en lugar de abatimiento, sanidad en lugar de quebranto, libertad en lugar de cautiverio, consuelo en lugar de luto, gloria en lugar de cenizas, oleo de gozo, en lugar de espíritu angustiado, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado.

Las cenizas eran echadas en la cabeza de los afligidos, parecían una corona de resignación y muerte, pero Jesús dijo que él vino a reemplazar esta condenación por una corona de gloria, una corona de perdón y amor. Jesús te corona de vida.

Si eres un hijo de Dios ¿Por qué tendrías que estar sentado sobre ceniza y resignación? ¿Por qué tienes que estar de luto y con espíritu de angustia? Jesús hizo el sacrificio más hermoso para que estés sano, salvo, libre y feliz.

Necesitamos pedir ser llenos del Espíritu Santo, para renovar nuestra misión como discípulos y salir adelante con la Palabra oportuna y predicar a los angustiados y abatidos.

Oración: Dios mío, sácame de esta condición de tristeza y miedo, limpia mi cuerpo de enfermedad, lava la ceniza que ha cubierto mi cabeza y renuévame en tu Espíritu Santo para ser un instrumento tuyo y pueda predicar las Buenas nuevas de salvación. Te lo pido en el Nombre de Jesús.