¡Allí los entregaré en tus manos!
—¡Está bien, iré contigo! —dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor...
¡Allí los entregaré en tus manos!
Dale la mano y ayúdalo a ser valiente
Verdadera mujer de fe
Vencidos por el pecado
Todos tienen un talento especial
Los malos hábitos siempre vuelven
Guerra espiritual
Tercos como una mula
No admitas dioses menores